lunes, enero 20, 2020

«Inglaterra en 1819», de Percy Bysshe Shelley

Traducción de Juan Carlos Villavicencio






Un rey viejo, loco, ciego, despreciado y moribundo;
Los príncipes, la escoria de su aburrida raza, fluyen
A través del desprecio público – son fango de un manantial fangoso;
Aquellos que gobiernan ni ven ni sienten ni saben nada,
Pero se aferran como sanguijuelas a su país derruido
Hasta que caen llenos de sangre, sin golpe alguno.
Un pueblo muerto de hambre y apuñalado en un campo
            que no ha sido cultivado;
Un ejército, que para los que abusan y destruyen la libertad,
Es una espada de doble filo para todos los que la empuñan;
Hay reglas de oro y leyes de sangre que provocan y producen muerte;
Religión sin Cristo, sin Dios – un libro sellado;
Un senado, el peor decreto del Tiempo, jamás revocado –
Son tumbas de las cuales un glorioso Fantasma puede
Desatarse, para iluminar nuestros tempestuosos días.



1819
















England in 1819,

An old, mad, blind, despised, and dying King; Princes, the dregs of their dull race, who flow Through public scorn, —mud from a muddy spring; Rulers who neither see nor feel nor know, But leechlike to their fainting country cling Till they drop, blind in blood, without a blow. A people starved and stabbed in th' untilled field; An army, whom liberticide and prey Makes as a two-edged sword to all who wield; Golden and sanguine laws which tempt and slay; Religion Christless, Godless—a book sealed; A senate, Time’s worst statute, unrepealed— Are graves from which a glorious Phantom may / Burst, to illumine our tempestuous day.












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