martes, septiembre 16, 2025

Entrevista a Robert Redford, de Terry Gross



(1936-2025)


TERRY GROSS, anfitriona: Esto es FRESH AIR. Soy Terry Gross. Robert Redford ha dicho que su nueva película, Un ladrón con estilo (An Old Man & the Gun, 2018), sería su última actuación cinematográfica. Y luego dijo que no debería haber dicho eso. Sin embargo, vamos a aprovechar esta oportunidad para repasar sus primeros años, su infancia y sus inicios en la actuación. En la nueva película, interpreta a un hombre que se ve bastante digno y caballeroso, y que ha robado bancos toda su vida, ha estado en prisión y se ha fugado de la cárcel. (…)

Mi entrevista más reciente con Robert Redford fue en 2013, después del estreno de su película Todo está perdido (All is lost), en la que era el único personaje. El crítico de cine del New York Times, A.O. Scott, la llamó la actuación de una vida. Cuando hablamos, antes de hablar de su pasado, hablamos de Todo está perdido. Interpretó a un hombre solo en un pequeño yate en el Océano Índico. Al principio de la película, un contenedor de carga suelto choca contra el yate, dejando un agujero. Cuando llega una tormenta, su vida corre peligro, pero debe mantenerse calmado e ingenioso. Fue un papel increíblemente demandante físicamente. No hay diálogo en la película, sólo voz en off. Aquí está Redford al principio de la película, leyendo una carta que está escribiendo. No sabemos a quién le está escribiendo.

(Fragmento de la película Todo está perdido)

REDFORD leyendo: 13 de julio, 4:50 P.M.
«Lo siento. Sé que eso significa poco en este momento, pero lo siento. Lo intenté. Creo que todos estarían de acuerdo en que lo intenté: ser sincero, ser fuerte, ser amable, amar, tener razón. Pero no lo fui. Y sé que lo sabían, cada uno a su manera, y lo siento. Aquí todo está perdido, excepto el alma y el cuerpo, es decir, lo que queda de ellos, y la ración de medio día».

(Fragmento de archivo):

GROSS: Robert Redford, bienvenido de nuevo a FRESH AIR. Es una entrada tan conmovedora para el inicio de una película. Leíste esa carta como si fuera un poema. ¿Querías conocer la historia de fondo de tu personaje, como a quién le está hablando? Uno asume que es a la familia. Realmente no sabes nada sobre a quién le escribe, cómo ha sido su vida, por qué está en este yate en medio del Océano Índico. ¿Tú mismo necesitabas saber esto?

REDFORD: Al principio, pensé que necesitaba hacerle preguntas al director, JC Chandor. Pero francamente, Terry, me atrajo mucho lo que no se sabía sobre esto. Me atrajo mucho lo que no se decía. Había desafíos ahí que me resultaron muy atractivos. Uno de ellos fue que vi el proyecto porque sólo había un guion de 30 páginas, y en su mayoría eran bosquejos, ya que no hay diálogo. Me atrajo el hecho de que no hubiera diálogo. Me gustó la idea de que no hubiera efectos especiales. Era una película de muy bajo presupuesto, muy independiente en su espíritu y su presupuesto. Y porque sentí que era una experiencia cinematográfica más pura, como solían ser las películas, tal vez incluso yendo hasta las películas mudas.

La alta tecnología ha entrado en la industria del cine, quizás la ha infestado. Pero yendo a lo que dices, creo que sí, al principio pregunté: ¿Hay algo que debería saber sobre esto? Y el director evitó responderlo, y luego me di cuenta de que eso era lo que se pretendía. Y entonces me dejé llevar por eso, me gustó… sí, podía completarlo hasta cierto punto, pero no demasiado.

GROSS: Entonces el director dijo, refiriéndose a la reacción que esperaba que tuvieras al leer este guion por primera vez: «Redford va a decir 'claro que sí, esto suena increíble' o va a decir '¿por qué diablos haría eso? No tengo nada que demostrar. ¿Por qué me sometería a eso?'». Y realmente te sometes a mucho en la película. Quiero decir, estás siendo golpeado por el agua durante gran parte de ella. Tu yate se está inundado, así que estás chapoteando en el agua. Sé que filmaste parte de esto en un tanque y no en el océano, pero parte de ello, creo, se filmó en el océano. Así que estás ahí…

REDFORD: Sí.

GROSS: …en el océano bajo el sol caliente. Estás en una tormenta. Quiero decir, parece que fue un rodaje agotador. Danos una idea de algunas de las cosas que tuviste que soportar. Por ejemplo, cuando estás en la tormenta, en una de las tormentas y, ya sabes, te está lloviendo encima, ¿qué estás experimentando? ¿Cómo te proteges?

REDFORD: Bueno, fue una verdadera… primero que todo, fue una tormenta real porque, sí, como dices, gran parte fue en aguas abiertas. Pero cuando tuvimos que meternos en lo realmente difícil, fuimos a un tanque gigante donde tenían estas grandes máquinas de olas, estos grandes cilindros que pueden generar olas de 6, 7 pies que pueden inundar el bote o quizás volcarlo. Tenías máquinas de lluvia violenta. Luego tenías máquinas de viento. Y tenías miembros del equipo con mangueras de bomberos golpeándote con agua, fuertes chorros de agua. Cuando todas esas cosas están funcionando a la vez, realmente estás en una tormenta. Así que realmente sentí, mientras hacía esto, que en realidad estaba en una tormenta. Y tenía que sentirme preguntando, como si estuviera realmente en una tormenta, ¿qué voy a hacer? ¿Cómo voy a…? Todo se volvió muy físico. También entré en esto, supongo que a mi edad, preguntándome, ¿Qué puedo hacer todavía? Siempre… porque practiqué deportes de niño y, ya sabes, fui deportista casi toda mi vida, quería… siempre disfruté haciendo mis propias acrobacias cuando podía. Y pensé, bueno, en este punto de mi vida, ¿qué puedo hacer todavía? No estoy seguro, así que fue, en cierto modo, una prueba. Dije, bueno, veamos qué puedo hacer y haré lo que pueda. Y luego te exiges y tu ego entra en acción. Y uno dice, bueno, tal vez debería realmente… déjame hacer esto. Y, por supuesto, cuando hice eso, el ego de J.C. entró en acción. Dijo: sí, presionemos al hombre. Así que supongo que nos estábamos presionando el uno al otro.

GROSS: Ahora, leí que durante parte del rodaje, debido a toda el agua que te estaba golpeando, te dio una infección de oído y creo que perdiste temporalmente la audición, el 60% de la audición en un oído. ¿Es eso exacto?

REDFORD: Sí, sí lo es.

GROSS: ¿Es temporal?

REDFORD: Desearía que lo fuera. Es más o menos permanente.

GROSS: Así que odio decirlo de esta manera, pero si tuvieras que hacerlo de nuevo, ¿habrías salvado tu audición y le habrías dicho que no a la película?

REDFORD: No, no. Lo del oído no es tan malo. Y habría hecho lo que hice. Lo habría hecho todo de nuevo. Estaría feliz de hacerlo otra vez. Quizás no pueda, pero estaría feliz de intentarlo.

GROSS: Sabes, cuando pasan los créditos, dice reparto, Robert Redford, y eso es todo.

REDFORD: Es vergonzoso.

GROSS: Tú eres el reparto. Y después de eso, hay como un largo listado de, ya sabes, gente de cámara y gente de efectos y la gente que se encargó de los peces y la gente de los barcos. Y pienso que este es un grupo enorme trabajando en la película, y tú eres la única persona siempre en cámara. Esa debe haber sido una posición muy rara.

REDFORD: Cuando vi eso… digo, sólo he visto la película una vez.

GROSS: Me sorprende que la hayas visto. ¿A veces ni siquiera ves tus películas?

REDFORD: A veces, sí. A veces, no las he visto… algunas películas no las he visto.

GROSS: Pero de todos modos, decías…

REDFORD: Esa es una historia completamente diferente. Pero de todos modos… cuando… la primera y única vez que la vi fue en el Festival de Cine de Cannes. Y entonces cuando la película… porque ahí abuchean las películas.

GROSS: Sí.

REDFORD: Y entonces cuando bajaron las luces, estoy pensando, cresta, esto podría ir para cualquier lado. Y estoy sentado aquí con un esmoquin. Qué vergonzoso estar de esmoquin y que te abucheen. Así es que estoy sentado ahí pensando, Dios, me pregunto cómo va a salir esto. Entonces vi la pantalla… miembro del reparto, sólo yo. Y pensé, oh, Dios, estoy… realmente estoy en problemas ahora si abuchean esta cosa porque me van a estar abucheando sólo a mí. Como sea, fue para el otro lado. Felizmente, fue demasiado para el otro lado. Eso, en sí mismo, fue un shock, uno agradable.

GROSS: Sabes, hace un par de años, hubo una biografía sobre ti escrita por Michael Feeney Callan. Y estaba leyendo eso y me sorprendió mucho saber que, de niño, tuviste polio. Quiero decir, eres una persona tan física. Eres tan atlético y siempre tan en forma. Necesitabas estarlo para hacer Todo está perdido. Y pensar que estuviste paralizado por un tiempo de niño fue impactante para mí.

REDFORD: Sí, para mí también (risas).

GROSS: Seguro.

REDFORD: No fue un caso severo. Creo que deberíamos… quiero asegurarme de que esto quede claro. No fue un caso de ventilador. Fue un caso de polio leve, pero fue lo suficientemente severo como para mantenerme en cama durante dos semanas. Y porque en esos días, la polio, antes de que se descubriera la vacuna Salk, lo que pendía sobre tu infancia era siempre el miedo a la polio, porque todo lo que veías era gente con ventiladores. Así que sí, cuando me dio, fue debido a un esfuerzo extremo en el océano… bajo esta luz solar brillante en el océano. Y fue alarmante, pero no fue lo suficientemente serio como para que pasara lo peor.

GROSS: ¿Llegaste a tener algo paralizado?

REDFORD: No, no. Estaba postrado. No… no podía moverme muy bien, pero no estaba paralizado.

GROSS: Y… dime si me estoy volviendo demasiado íntimo… así que poco después de que te dio la polio, tu madre dio a luz a gemelos que murieron al poco tiempo después de nacer. Pienso que eso es demasiado trauma al mismo tiempo.

REDFORD: Sí, supongo que depende de cómo te críen y cuál sea tu genealogía. Tú sabes, la familia… vienes de quizás una familia oscura… más oscura… inmigraron de Irlanda y Escocia y no hablaban mucho, no se quejaban… no te quejas mucho. No pides nada. Soportas lo que sea que te toque, y lo haces con gracia. Así que cuando mi mamá tuvo gemelas que murieron, no se habló de ello. Eso se remonta hasta cuando era un niño pequeño, cuando era muy cercano a mi tío, que estuvo en la Segunda Guerra Mundial. Estuvo con el Tercer Ejército del General Patton. Era intérprete porque hablaba cuatro idiomas con fluidez. Yo le tenía mucho cariño, y él… cuando podía venía a jugar béisbol conmigo y así. Luego se fue a la guerra y fue asesinado en la Batalla de las Ardenas. Cuando murió, yo era muy cercano a él. La forma en que la familia lo manejó fue que simplemente no se hablaba de ello. Simplemente sucedió, y no se hacían más preguntas. Simplemente… era lo que era. Creo que eso estaba integrado en la estructura de la familia. Así que como resultado de eso, cuando mi mamá pasó por lo de las gemelas, no se habló de ello. Todo el mundo siguió adelante.

GROSS: Tu madre murió cuando tenías 18 años. Estaba enferma. No estoy segura de qué murió. ¿Cómo cambió eso el curso de tu vida? ¿Tuviste que, de alguna manera, reescribir tus planes?

REDFORD: Bueno, no sé si cambió algo en ese momento. Ella era una persona maravillosa. Murió muy joven. Estaba llena de vida, llena de risas, llena de amor. Ella estuvo siempre muy presente. Quiero decir, ella se arriesgaba, y era muy arriesgada. Me enseñó a conducir un auto cuando tenía 10 años, y nadie lo supo. Quiero decir, ese tipo de cosas. Teníamos una relación cercana, pero también yo tenía una mente joven, igual que todos los otros chicos de mi edad. No querías a tus padres cerca. No querías que tus padres te consintieran. No querías atención ni nada de eso. Y tenías una madre que quería darte esa atención, y de alguna manera la rechazaba. Me siento mal por eso.

GROSS: Fuiste a la universidad. Y por lo que he leído, lo académico no era tanto lo tuyo y que bebías mucho y montabas motocicletas…

REDFORD: Sí.

GROSS: …y corrías piques…

REDFORD: Sí, sí… todo eso.

GROSS: …o lo que sea.

REDFORD: Todo eso.

GROSS: Correcto.

REDFORD: Bueno, no… no sé sobre eso porque eso vino un poco más tarde. Fue realmente… fui a la universidad para salir de Los Angeles. Fui a la universidad porque era en Colorado, y eran las montañas. Y yo… para ese entonces, me di cuenta de que la naturaleza iba a ser una parte enorme de mi vida, que Los Angeles para mí era una ciudad que, cuando era un niño pequeño al final de la Segunda Guerra Mundial, me encantaba… me encantaba. Estaba llena de espacios verdes. Y de repente, cuando la guerra terminó y la economía revivió, de repente Los Angeles no tenía un plan de uso de la tierra. Sentí que la ciudad estaba siendo empujada hacia el mar que amo, porque de repente había rascacielos y autopistas y smog. Y dije, espera un minuto… qué… entonces me quise ir. Así que me fui a las montañas, a las Sierras, trabajé en el Parque Nacional de Yosemite y me enamoré de la naturaleza de esa manera. Me di cuenta de que la naturaleza iba a ser una gran parte de mi vida. Así que busqué tierra en otros lugares que pensé que se mantendrían libres de desarrollo.

GROSS: ¿Estás hablando de Sundance?

REDFORD: Sí.

GROSS: Estamos escuchando mi entrevista de 2013 con Robert Redford, grabada después del estreno de su película Todo está perdido. Él protagoniza la nueva película Un ladrón con estilo. Escucharemos más de la entrevista después de una pausa. Esto es FRESH AIR.

(…)

GROSS: Esto es FRESH AIR. Volvamos a mi entrevista de 2013 con Robert Redford.

(Fragmento de archivo)

GROSS: Así que no mucho después de filmar Butch Cassidy and the Sundance Kid (1969), cofundaste una nueva organización llamada Education Youth and Recreation para promover películas alternativas en campus universitarios. Esto fue realmente…

REDFORD: Sí, eso fue un gran error.

GROSS: ¿Fue un gran error? ¿Por qué fue un gran error?

REDFORD: Bueno, porque en ese momento, ya comenzaba a sentir el impulso de hacer algo que tal vez apoyaría más películas de tipo independiente. La idea era que reuniríamos algo de financiamiento y que compraríamos películas que habían sido mal distribuidas, como The birthday Party (1968) de Billy Friedkin o Dynamite Chicken (1971)… tú sabes, también algunos documentales, porque siempre amé los documentales. Siempre fui extremadamente positivo y apoyé los documentales, así que lo que pudiera hacer para promoverlos, incluso en ese entonces, en 1970. Pensamos, bueno, ¿y si compramos documentales que no fueron distribuidos o fueron mal distribuidos y películas que fueran igual, los ponemos en un paquete y vamos al mercado universitario, vamos directamente a las universidades y decimos, OK, les traemos esto. Bueno, lo que nos dimos cuenta… es que nadie vino… que asumimos que había un mercado universitario. Pero no… lo que la mayoría de los estudiantes quería hacer era ir al pueblo a ver Doctor Zhivago. Así que había muy pocos que quisieran ver películas como estas. Eran tipo cinéfilos, pero eso no lo suficiente para crear un mercado universitario. Así que fracasó.

GROSS: ¿Perdiste dinero personalmente en eso?

REDFORD: No. No puse mi propio dinero en ello, pero sospecho que con el tiempo, si miro hacia atrás, eso fue probablemente la…

GROSS: ¿Las raíces de Sundance?

REDFORD: …la génesis de lo que luego se convirtió… así que sí.

GROSS: Es interesante que allá por… finales de los 60, principios de los 70, ya estabas pensando en esa dirección.

REDFORD: Sí. Y era diferente entonces porque, ya sabes, una de las bellezas era que podía trabajar en ambos… dentro de la corriente principal. En esos días, los estudios permitían que se hicieran películas más pequeñas bajo su paraguas. Así que sí, quería contar historias sobre el país en el que crecí. Y para mí, no me interesaba la parte roja, blanca y azul de Estados Unidos. Me interesaba la parte gris, donde yace la complejidad y donde las cosas se complican. Pero quería contar historias sobre temas que fueran estadounidenses, que tuvieran impacto en las personas, como la política y el deporte y los negocios. Logré que se hicieran dos de ellas. Y quise hacerlas como documentales. Una fue El candidato (The Candidate, 1972) y la otra fue Cuesta abajo (Downhill Racer, 1969), sobre un esquiador. En esos días podrías hacer una película más grande, pero también podrías… si hacías esas películas, podías decir, bueno, ¿me permitirían hacer esta película más pequeña? Y te dejaban. Así que El candidato y Cuesta abajo se hicieron en Warner Brothers. Al mismo tiempo, iba a hacer una película más grande de Warner Brothers, como Todos los hombres del presidente (All The President's Men, 1976) o lo que sea. Así que eso continuó en los años 80 hasta que el negocio cambió. De repente, Hollywood se volvió más centralizado. Estaba siguiendo al mercado juvenil. La tecnología estaba creando más oportunidades para efectos especiales, que harían más atractivas las películas para los jóvenes. Y así Hollywood, que básicamente… Hollywood sigue el dinero. Eso es lo que hace. Iba en esa dirección. Y estaba comenzando a dejar atrás ese otro tipo de películas. Había un vacío ahí. Ya no era probable que hicieran esas películas. Iban a deshacerse de ellas. Eso llevó a la idea de, bueno, para mantener esto vivo… porque aquí es donde se van a desarrollar nuevas voces o pueden venir nuevas películas que sean independientes, que sean más emocionantes y más humanas y cosas así. Eso fue lo que llevó a la idea de Sundance, primero con los laboratorios y luego el festival. Si miro hacia atrás y pienso en el tiempo, probablemente comenzó hace mucho tiempo con esa primera empresa que falló.

GROSS: Bueno, sí, es interesante. Llevar las películas a los campus universitarios falló, así que comenzaste en tu propio campus, y la gente vendría a ti.

REDFORD: (Risas) Para un tipo que nunca se graduó de nada, eso es bastante interesante.

GROSS: ¿Intentas ver muchas de las películas que salen de Sundance?

REDFORD: Intento, sí. A veces no llego a verlas todas. Ha sido un poco… al principio, era más divertido. Ya no es tan divertido como cuando estaba comenzando, porque vas cuesta arriba. Estás como jugando contra las probabilidades. Hay algo emocionante en ese riesgo. Y sigues presionando y presionando. Hay algo emocionante en ello. Y luego, una vez que llega el éxito, entonces de repente entran otros elementos del tipo que lo hacen todo más grande. Y luego te encuentras haciendo publicidad o entrevistas o teniendo que conocer a esta persona importante o esa otra persona importante. Y todo eso está bien. Eso es lo correcto, supongo. Pero no es la diversión que fue cuando estabas parado ahí tratando de meter gente como si estuvieras parado fuera de un club de striptease, diciendo «Oye, ¿quieres entrar a ver esta película?».

GROSS: Escuchando mi entrevista de 2013 con Robert Redford, quien protagoniza la nueva película Un ladrón con estilo. Después de una pausa, hablaremos sobre su infancia, sus inicios en la actuación en series de televisión y la película que lo convirtió en una estrella: Butch Cassidy and The Sundance Kid. Soy Terry Gross, y esto es FRESH AIR.

(Fragmento de música)

GROSS: Esto es FRESH AIR. Soy Terry Gross. Volvamos a mi entrevista de 2013 con Robert Redford. Él protagoniza la nueva película Un ladrón con estilo. Estamos repasando sus primeros años cuando comenzó su carrera como actor.

(Fragmento de archivo)

GROSS: Hiciste mucha televisión, muchas series, al principio de tu carrera a principios de la década de 1960: Maverick, Rescate 8, The Deputy, Playhouse 90, Perry Mason, Naked City, La dimensión desconocida

REDFORD: Hey, Terry –lo de Perry Mason– lo de…

GROSS: (Risas).

REDFORD: ¿Sabes cuál era el título de ese… eso fue en, ¿1959? ¿Sabes cuál era el título de ese episodio?

GROSS: ¿Cuál?

REDFORD: «El caso de la peluca traicionera».

GROSS: (Risas).

REDFORD: Así se llamaba. Estaba tan emocionado por tener un trabajo, ¿sabías?

GROSS: Espera; ¿quién tenía la peluca? No fuiste tú, ¿verdad?

REDFORD: No podría recordarlo ahora. No era Raymond Burr. Pero alguien sí, algún rubio… pero esos fueron años de aprendizaje. Y siempre es… una de las cosas que ha sido extraña es verse uno caracterizado tan a menudo como alguien que se ve… bueno, que tiene un aspecto glamoroso o es atractivo físicamente. Eso es agradable. Quiero decir, no estoy infeliz por eso. Pero lo que vi suceder con el tiempo fue que eso estaba llamando la atención. Y en algún momento… porque siempre sentí que era un actor. Así empecé. Quería… era una persona a la que le encantaba la idea del oficio y que aprender tu oficio era algo fundamentalmente bueno. Quería ser bueno en mi oficio. Y, por lo tanto, sería un actor que interpretaría muchos tipos diferentes de roles, lo cual hice. Interpreté asesinos. Interpreté violadores, personajes realmente trastornados. Pero la mayoría de la gente no sabe sobre eso, porque eso fue en televisión. Así que de repente te ves enmarcado en una categoría de ser glamoroso, y dices, bueno, pero espera un minuto. Tú sabes, la noción es que, bueno, no estarías siendo tanto un actor. Eres simplemente alguien que se ve bien. Y eso siempre fue difícil para mí porque siempre me enorgullecí de cualquier papel que interpretara. Sería ese personaje. Como si miras, digamos, a Jeremiah Johnson [su personaje en La ley del talión (Jeremiah Johnson, 1976)]… un personaje en la naturaleza. Y dentro del mismo año, estaba haciendo El candidato. Y pones esos dos juntos, y esperarías que alguien dijera, bueno, alguien actúa aquí.

GROSS: Quería reproducir un fragmento de tus primeros años en la televisión y pensé, bueno, soy una gran fan de Ruta 66. Tengo la serie completa.

REDFORD: ¿Oh, en serio?

GROSS: Oh, sí, me encanta ese programa. Me encantaba de niño, y me encanta mirarlo hacia atrás.

REDFORD: De niño… muchas gracias. ¿Qué tenías… 10?… cuando hice mi segmento?

GROSS: Oye, estaba viva entonces. Mucha gente no lo estaba.

(Risas)

REDFORD: Lo que me gustaba de Ruta 66 no era tanto el programa como la ruta porque recuerdo hacer dedo de niño de ida y vuelta por la Ruta 66 porque no había autopistas entonces. No había peajes ni nada de eso. La Ruta 66 era la forma en que llegabas de Chicago a Los Angeles o viceversa.

GROSS: Así que de todos modos, pensé, hagamos un clip de Ruta 66. Y luego voy leyendo tu biografía y leo esta línea en la página 87, en la que estás diciéndole a tu agente: «Prefiero pudrirme que ser recordado por Ruta 66 (risas).

REDFORD: ¿Dije eso?

GROSS: Se te cita diciendo eso. ¿Qué puedo decir?

REDFORD: ¿Fui yo? No recuerdo el programa. ¿Dices que tienes un clip?

GROSS: Sí, sí. Así que esto es… ¿ni siquiera recuerdas haberlo hecho? Esto es de un episodio de 1961 con Nehemiah Persoff como tu padre. Y está ambientado en un pueblo molinero en una comunidad polaco-estadounidense. Y cómo te has ido a la universidad y has salido del pueblo. Ahí estabas de vuelta en las vacaciones de la universidad. El episodio comienza contigo persiguiendo a tu novia, que huye por el bosque. Y no estás tratando de atacarla ni nada. Sólo intentas alcanzarla y contactarla para comunicarte con ella. Ella accidentalmente se cae de la colina, se golpea la cabeza y muere. No sabes qué hacer. Así que no llamas a la policía. No le dices a nadie. Intentas decirle a tu padre, pero tu padre simplemente no quiere escuchar nada. Tienes problemas para comunicarte con él. Él no quiere escucharte. Luego la policía la descubre muerta. Estás implicado en su muerte. Así que aquí estás tú tratando de explicarle a tu padre, interpretado por Nehemiah Persoff, qué había pasado realmente con tu novia y qué pasaba realmente con tu relación con tu padre.

(Fragmento del Programa Ruta 66)

Robert Redford como «Janosh»
Nehemiah Persoff como «Jack» 

Janosh: ¿Sabes por qué huyó? Porque me dijo: ¿Me amas? ¿Te casarás conmigo? Y no pude responderle con la verdad. No pude decir: Sí, sí, quiero casarme contigo. Ante Dios y todo el mundo, quiero hacerlo. ¿Cómo podría decirle eso y herirla aún más? Quería casarme con ella. ¿Pero tú lo habrías permitido, papá?
Jack: Si tuvieras que casarte con ella…
Janosh: No, no tenía que hacerlo. No fue algo así.
Jack: Entonces, ¿por qué debería haberte permitido hacerlo? ¿Por qué no viniste a mí? ¿Por qué no viniste a mí?
Janosh: ¿He podido alguna vez, alguna vez, acudir a ti, papá, con algo que fuera una idea mía? ¿No has decidido siempre todo por mí? ¿No has decidido siempre todo por mí, siempre? ¿Quién debo ser, qué debo ser, cómo debo ser?

REDFORD: No recordaba esto para nada. Obviamente no me avergüenzo de ello. Pero no… Dios, qué interesante. No recuerdo… simplemente no lo recuerdo para nada. Es asombroso.

GROSS: Tu voz suena, tú sabes, tan diferente. Es más aguda.

REDFORD: Bueno, sí, recientemente… JC y yo… JC Chandor y yo estábamos en un festival.

GROSS: El director de Todo está perdido, sí.

REDFORD: El director de Todo está perdido… JC y yo estábamos en un festival y pasaron clips de mi carrera que nunca había visto. Tenían clips que se remontaban hasta ahora. Y fue muy incómodo, muy incómodo. Hice el último episodio de Playhouse 90 que se hizo. Sólo pensé que era el mejor programa. Cuando era niño, pensé que era el mejor programa de televisión. Y tuve la suerte de estar en el último Playhouse 90 escrito por Rod Serling. Y pude estar… interpreté a un joven teniente alemán, un teniente nazi muy simpático. Es corrompido por… o alguien más trata de corromperlo, pero él resiste la corrupción. Y Charles Laughton interpretó al rabino.

GROSS: Wow, actuar con Charles Laughton debe haber sido tan interesante. Pero hay una gran historia que se cuenta en tu biografía sobre la bofetada.

REDFORD: Oh, sí, era intimidante. Era uno de mis primeros papeles. Y había una escena con George MacCready, que interpretaba a mi oficial al mando. Y es durante un pogromo, y están gritando nombres en la calle para ser metidos en camiones. Y luego, después, subimos al departamento del rabino. Y hay una tensión entre el rabino, interpretado por Charles Laughton, y MacCready… Hay un desafío intelectual que involucra a Nietzsche y Dios y así sucesivamente. Así que yo sólo estoy ahí desorientado. Soy este chico joven, inocente, ingenuo. Y en un momento, Laughton deja caer algo. Deja caer su Biblia. Y me agacho para recogerla, lo cual no, no, no se hace. Y MacCready ve esto y se da cuenta de que, crestas, este chico necesita algo de entrenamiento. Y el rabino ve que mi instinto es ser compasivo. Me agaché para recoger la Biblia. Y entonces me mira a los ojos. Y la mirada es como: veo quién eres realmente. Veo quién eres realmente. MacCready dice: «Aparentemente sientes que tienes que ser simpático con el rabino». Él dice: «Por lo tanto, te ordeno que le des una bofetada». Entonces se supone que le doy una bofetada, de mala gana, pero le doy una bofetada. Mientras nos preparábamos para hacerlo… iba a ser en vivo. Iba a ser una transmisión en vivo. Mientras nos preparábamos en el ensayo, Laughton se acerca y dice: «Querido muchacho, no puedes darme la bofetada. ¿Qué vas a hacer?». Y yo dije: «¿Qué quieres decir con qué no voy a…?». Él dijo: «¿Qué vas a hacer? Porque no me pueden golpear». Yo dije: «¿No te pueden golpear?». «No, no me pueden golpear. ¿Qué vas a hacer?». Y pensé: «Cresta, ¿y ahora qué voy a hacer?». Así que voy donde el director y le digo: «¿Qué se supone que debo hacer? Y él dice: «Y… no me molestes. Tengo suficientes problemas». Así que llegamos al programa, y me veo sentado ahí. Mientras nos acercamos al momento, estoy pensando: «¿Quién es este tipo para decirme lo que se supone que… lo que no puedo hacer, lo que puedo hacer?». Y me enojé tanto, y además estaba tan nervioso, que cuando llegó el momento, pensé: «¿Quién es él para decirme qué puedo o no puedo hacer?». Así que levanté el brazo y realmente le di un golpe. Y no fue una bofetada. Fue un golpe. Y su mandíbula… salió saliva de su mandíbula. Y me miró, y le salieron lágrimas de los ojos. Me miró. Y cuando terminó, pensé: «Cresta, voy a recibir un buen sermón por esto». Así que fui a su camerino para disculparme. «Lo siento mucho». Él dice: «No, hiciste lo correcto. Hiciste lo correcto».

GROSS: Es una historia genial. Y es tan interesante que tengas un recuerdo tan vívido de hacer esa edición de Playhouse 90 y de la historia de Charles Laughton y ningún recuerdo de Ruta 66 (risas).

REDFORD: Bueno, creo que es porque Playhouse 90 era algo muy importante cuando era niño. Había dos programas en televisión: el Sid Caesar Show y… olvidé el otro nombre…

GROSS: ¿Your Show Of Shows?

REDFORD: Show Of Shows, sí. Y llegaba a Los Angeles vía kinescopio, creo. Y Playhouse 90… esos dos programas eran lo máximo en drama y comedia. Tuvieron un gran impacto en mí cuando era niño. Solo pensaba que eran programas maravillosos. Y la idea de que pudiera estar en uno y más encima que iba a ser el último… fue un gran honor. Fue verdaderamente emocionante para mí.

GROSS: Estamos escuchando mi entrevista de 2013 con Robert Redford, quien protagoniza la nueva película Un ladrón con estilo. Escucharemos más de la entrevista después de una pausa. Esto es FRESH AIR.

(Fragmento de música)

GROSS: Esto es FRESH AIR. Volvamos a mi entrevista de 2013 con Robert Redford. Hemos estado hablando de cómo comenzó a actuar.

(Fragmento de archivo)

GROSS: Así que saltando a 1969, haces Butch Cassidy and The Sundance Kid con Paul Newman. Y esta es la película que te hace icónico. ¿Ya sabías montar a caballo? ¿Te gustaban las películas del Oeste cuando hiciste esta?

REDFORD: Sí. Sí, sabía montar a caballo. Me encantaban los caballos. Me gustaba hacer mis propias acrobacias cuando pude. Cuando surgió por primera vez, debido a la diferencia de edad entre Paul y yo, que era como de 12, 13 años… y él ya era muy conocido. Yo no lo era. Acababa de hacer, creo, la película Descalzos en el parque (Barefoot in The Park, 1967). Pero él obviamente tenía una carrera que era muy notable. El estudio no me quería. El director, George Roy Hill, y yo nos reunimos en un bar en la Tercera Avenida. Y me estaban considerando para interpretar a Butch Cassidy, porque había hecho esta comedia en Broadway, así que… nadie piensa muy profundamente en cosas así. Dijeron: bueno, si hizo una comedia, tal vez podría ser Butch Cassidy. Estábamos sentados en este bar. Y le dije en ese momento: «Sí, puedo hacer eso, pero ese no es el papel que me interesa. Estoy más interesado en el Sundance Kid. Me siento más cómodo en ese papel. Me siento más… podría conectarme más con ese personaje». Y eso sorprendió a George. Y entonces se convenció de esa idea. Pero el estudio no me quería. E intentaron todo para dejarme fuera de la película en ese momento. Era 20th Century Fox. Y creo que fue Paul Newman, William Goldman, el guionista, y George quienes me defendieron contra el estudio. Pero el que realmente presionó, por supuesto, fue Paul. Cuando conocí a Paul… fue muy generoso. Dijo: «Haré esto con Redford». Nunca olvidé eso. Ese fue un gesto que nunca olvidé. Sentí que realmente estaba en deuda con él después de eso. Luego él y yo, en el transcurso de esa película, nos hicimos realmente, realmente muy buenos amigos. Esa amistad continuó en la siguiente película y luego continuó en nuestras vidas personales.

GROSS: Originalmente se suponía que él sería el Sundance Kid, y tú serías Butch Cassidy.

REDFORD: Sí, así es. El título original del guion era The Sundance Kid and Butch Cassidy. Ese era el título original que Goldman había escrito. Y Newman iba a interpretar a Sundance. Pero él había interpretado ese tipo de papel antes. Y George era un tipo que veía a Paul… veía un lado de Paul que muchos no habían visto, porque había trabajado con él en televisión y lo conocía personalmente. Dijo: No, este tipo… es muy nervioso. Habla liviano, cuenta chistes malos. Él… creo que lo veo como Butch Cassidy. Y me vio a mí como Sundance, por lo que tuvo que luchar por eso. Cuando finalmente se hizo, cambiaron el título a Butch Cassidy y The Sundance Kid.

GROSS: ¿Te importaría si reproduzco una escena?

REDFORD: Mmm.

GROSS: OK. Así que esta es una famosa escena. Ambos son ladrones de bancos y trenes. Y en este punto no están exactamente rodeados, pero están acorralados. Están en…

REDFORD: Una cornisa.

GROSS: Una cornisa, sí. Y encima de ti en esta cornisa rocosa está la pandilla que te persigue. No tienes adónde voltear. No tienes adónde ir excepto por el agua que está debajo. Estás muy, muy alto, y es un río o arroyo muy rocoso…

REDFORD: Sí.

GROSS: Pero de todos modos, mientras Butch Cassidy intenta averiguar cuáles son sus opciones, lo que quieres hacer es disparar para salir. Y así partes diciendo.

(Fragmento de Butch Cassidy And The Sundance Kid)

Robert Redford como el Sundance Kid
Paul Newman como Butch Cassidy

Sundance Kid: ¿Listo?
Butch Cassidy: No, saltaremos.
Sundance Kid:Al demonio con saltar, no lo haremos.
Butch Cassidy: No, saldrá bien si el agua es lo suficientemente profunda y no morimos aplastados. No nos seguirán.
Sundance Kid: ¿Cómo lo sabes?
Butch Cassidy: ¿Saltarías si no tuvieras que hacerlo?
Sundance Kid: Tengo que hacerlo, y no lo haré.
Butch Cassidy: Bueno, tenemos que saltar o de lo contrario estamos muertos. Tendrán que volver por donde vinieron. Vamos.
Sundance Kid: Sólo un disparo, eso es todo lo que quiero.
Butch Cassidy: Vamos.
Sundance Kid: Uh-uh.
Butch Cassidy: Hay que saltar.
Sundance Kid: No. Aléjate de mí.
Butch Cassidy: ¿Por qué?
Sundance Kid: Quiero pelear.
Butch Cassidy: Nos matarán.
Sundance Kid: Puede ser.
Butch Cassidy: ¿Quieres morir?
Sundance Kid: ¿Y tú?
Butch Cassidy: Bueno, saltaré primero.
Sundance Kid: No.
Butch Cassidy: Entonces salta tú.
Sundance Kid: No, dije que no.
Butch Cassidy: ¿Qué te pasa?
Sundance Kid: No sé nadar.
Butch Cassidy (riendo): ¿Estás, loco? La caída probablemente te matará.

GROSS: Qué tranquilizador.

(Risas)

REDFORD: Sí, claro.

GROSS: Así que ese es mi invitado, Robert Redford, con Paul Newman de la película de 1969 Butch Cassidy and The Sundance Kid. ¿Te sorprendió lo famosa que se volvió esa escena?

REDFORD: Sí. Quiero decir… me sorprendió todo el asunto. Recuerdo cuando vi el corte preliminar… quiero decir, me encantó hacer la película. Me divertí mucho. Nunca me he divertido tanto en una película como en esa. Pero cuando vi el corte preliminar, dije: «Espera un minuto; ¿qué hace esa canción ahí?».

GROSS: Oh, «Raindrops are falling on my Head», la canción de fondo.

REDFORD: Sí. Dije: espera un minuto; ¿de qué se trata todo esto? Dije: Qué diablos… primero que todo, no está lloviendo. En segundo lugar, ¿qué tiene que ver eso con algo? Pensé: «Bueno, eso… ellos… esto arruinó la película».

GROSS: (Risas).

REDFORD: No tenía sentido para mí. ¿Sabes? ¿Qué tan equivocado puedes estar? Tuve que escuchar esa canción en la radio durante seis meses.

GROSS: (Risas).

REDFORD: Pero la película… también, Terry, otra cosa interesante sobre cómo… supongo que el valor del boca a boca. Recuerdo cuando la película salió, George Roy Hill y William Goldman estaban muy molestos y deprimidos porque las críticas fueron de mixtas a negativas. Y el boca a boca es lo que hizo que la película creciera. Pero cuando se estrenó, tuvo estas críticas mixtas. No las leí. Recuerdo que estaban muy molestos y deprimidos. Y una de las razones por las que las críticas… algunas de las críticas fueron negativas fue por… el anacronismo del diálogo, como el habla moderna de entonces. Encontré eso bastante inspirador y divertido. Fue simplemente divertido. Pero aparentemente, eso… eso fue parte de la respuesta negativa. Pero fue… supongo… superado por la aceptación de toda la película.

GROSS: Por cierto, tuve la misma reacción sobre «Raindrops are falling on my Head» en medio de la película. Pensé…

REDFORD: (Risas) ¿De verdad?

GROSS: Sí. (Risas) Quiero decir, no tenía absolutamente ningún sentido para mí.

REDFORD: Bueno, entonces somos tú y yo. Somos dos.

GROSS: (Risas) Bueno, desafortunadamente, nuestro tiempo se acaba. Realmente ha sido un placer hablar contigo. Muchas gracias por volver a FRESH AIR.

REDFORD: Bueno, gracias, Terry.

GROSS: Ha sido un gran placer.

REDFORD: Sí. Y tu voz es mucho más agradable que la mía.

GROSS: Oh, desearía (risas).

REDFORD: No, lo es. Tienes una voz hermosa.

GROSS: (Risas) Lo deseo. Oh, muchas gracias. (Risas) Reproduciré eso en mi mente.

REDFORD: (Risas) OK.

GROSS: De hecho, ocasionalmente hago eso. Eso fue Robert Redford, grabado en 2013. Su nueva película se llama Un ladrón con estilo. Esto es FRESH AIR.

(Fragmento de música)




Publicación original en Fresh Air, 28 de septiembre, 2018


















No hay comentarios.: