Lo supe recién la noche de ese domingo
apenas me vio el tortero Juan gritó: chileno:
murió Pinochet
y acto seguido volteó la milanesa
que estaba friendo
con ese aceite tan sospechoso
tan reciclado
¿No vas a decir nada, pendejo?
Yo sólo me puse a mirar cómo la milanesa
se iba encogiendo y rebotaba
sobre la plancha
como un pez dando sus últimos estertores
La veía La olía
escuchaba su seboso crepitar
medio hipnotizado ¿o estaba drogado?
En algún momento creo Juan mencionó
a Salvador Allende y a Víctor Jara
yo ya lo escuchaba todo
como desde muy lejos
con una serenidad aplastante
como si en el fondo el crepitar de la milanesa
el aceite negro la muerte
de Pinochet
fueran la cosa más normal del mundo
en Yo ya, 2016
G0 Ediciones
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