«Al no ver nuestras tropas del Sur…», de Chen Liang

Versión de Juan Carlos Villavicencio

Adiós a Zhang De-Mao,

enviado a los agresores jurchen

Al no ver nuestras tropas del Sur por mucho tiempo,

no creas que nuestros corceles no pueden atacar.

Con una sola mano, la orden ha sido dada:

después de todo, somos millones de héroes fuertes.

Qué notable ser el Enviado de Su Majestad:

debería fluir como un río desbordante

Que corre siempre al este.

Nos inclinamos hacia las tiendas jurchen ahora…

otro día ante nosotros se inclinarán.

En la capital de un emperador

y en la tierra de otro inmenso y largo

imperio construido por nuestro antepasado,

¿no hay nadie que piense lo mal

que es someterse a un enemigo con un olor a cordero 

tan fuerte que se extiende por toda la inmensidad?

¿Dónde está el espíritu de los héroes que murieron hace tanto?

¿Cuándo vencerá nuestro ejército a las tropas de los jurchen?

¿Por qué preguntarse acerca del destino de los adversarios?

El sol seguramente volverá a salir.