Sentado,
contemplando el día,
el sol comienza a colarse tras su arpillera.
Dentro de la casa se sienten bailar las piedras
y alguien cierra los ojos para recibir
la savia ardiente de la tierra.
Sigilosamente se susurran los pájaros
caracteres que solo ellos descifran.
En el viento que ondula a campo abierto
se levanta el aliento de los bichos
color fuego tostado brillante.
el sol comienza a colarse tras su arpillera.
Dentro de la casa se sienten bailar las piedras
y alguien cierra los ojos para recibir
la savia ardiente de la tierra.
Sigilosamente se susurran los pájaros
caracteres que solo ellos descifran.
En el viento que ondula a campo abierto
se levanta el aliento de los bichos
color fuego tostado brillante.
en Antología de Poesía Indígena
Latinoamericana, 2008
Jaime Huenún, compilador
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