jueves, enero 28, 2021

“Knockin’ on Heaven’s Door”, de Raúl Zurita





El hijo de puta no dejaba de ser cómico y no nos perdíamos ninguno de sus discursos. Tenían algo espantonsamente divertido. Sobre todo tres: cuando dictó una ley donde se igualaba la jubilación de los empleados y de los obreros, cuando respondió a una petición de amnistía y cuando inauguró un nuevo año judicial. Las frases fueron:
1. Porque de ahora en adelante, señores, en Chile todos somos iguales, comenzando por este Presidente que desde arriba os habla.
2. Pero amnistía no, Medina, el que pecó, pecó.
3. Antes de hablar, señores, voy a decir algunas palabras.
Y después dicen que el gran hijo de puta no tenía gracia. A mí me mataron al amanecer, al lado de una carretera. Me hicieron pulpa.
Pero antes sí que me hizo reír el muy hijo de puta.
 
 
Golpeando, golpeando las
puertas del cielo
 
Golpeando, golpeando las
puertas del cielo
 
 
 
en Tu vida rompiéndose (Antología personal), 2015





 





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