miércoles, diciembre 30, 2020

«No escucho a nadie que se exprese públicamente acerca de la desaparición de las culturas y de las lenguas humanas». Entrevista a Werner Herzog, de Hervé Aubron y Emmanuel Burdeau

Traducción de Silvio Mattoni 


 


Aguirre, la ira de Dios y más aún Fitzcarraldo ya mostraban la selva como un entorno no humano, un ambiente donde el hombre no tiene lugar. 
Puede ser interesante mencionar al respecto que uno de mis proyectos a largo plazo es hacer un filme sobre las lenguas que están desapareciendo, las lenguas de las que ya no existe más que un solo hablante. Actualmente se cuentan aproximadamente unas 6500 lenguas en el planeta. Dados que ustedes dos son jóvenes, al final de sus vidas, el noventa por ciento de esas lenguas habrán desaparecido. Ya están desapareciendo a un ritmo extremadamente rápido. Actualmente debe haber una docena de lenguas habladas por una persona. Como si sólo quedara un español capaz de hablar su lengua y ya no se pudiera comunicar con nadie. Cuando esa persona muera, su lengua, el español en este caso, morirá, y con ella la cultura española, la literatura española, las canciones españolas, la visión española del mundo. Undocumented. Sin huellas ni documentos para conservar su memoria. 

Quisiera hacer una película sobre los últimos hablantes de las lenguas. Obviamente, no es algo que pueda hacerse de una sola vez. Sería preciso que fuera a Nueva Guinea, por ejemplo. Al noroeste del Pacífico. Al Sur de Chile. A la Amazonia. Para ir a Nueva Guinea, habría que poder organizar una expedición, caminar durante tres semanas a través de las montañas y la selva antes de llegar al lugar preciso donde no queda más que una, dos, o acaso tres personas que hablan una lengua. La opinión pública –hablo de la percepción más común– se preocupa constantemente por la desaparición o la disminución del número de ballenas o de leopardos de las nieves, por la desaparición de determinadas flores de la superficie de la tierra. Pero no escucho a nadie que se exprese públicamente acerca de la desaparición de las culturas y de las lenguas humanas. Esa discusión no existe, y sin embargo esa desaparición está ocurriendo hoy a un ritmo más acelerado que cualquier otra en la naturaleza. 

Cuando rodé Donde sueñan las hormigas verdes, encontré a un aborigen en una casa de retiro, en Port Augusta, al Sur de Australia. Debía de tener ochenta años. Era el último que hablaba su lengua. El equipo lo había bautizado «The Mute», porque no hablaba. Simplemente era que no había nadie con quien hablar: era el único y el último ser vivo que hablaba en su lengua. Lo veía frecuentemente ir y venir por el pasillo. Estaba siempre cantándose algo a sí mismo, sin parar. En una punta del pasillo, había una máquina expendedora de Coca [Cola] y otras bebidas. Su bolsillo estaba lleno de monedas, pero la máquina estaba vacía. Metía sus monedas en la máquina, se reía, pegaba su oreja contra la máquina, escuchaba el sonido de las monedas cuando iban cayendo. Hacía lo mismo moneda tras moneda, hasta que su bolsillo quedaba totalmente vacío. A la noche, mientras dormía, los empleados abrían la máquina, sacaban las monedas y se las metían en el bolsillo. Era el último… Eso era a principios de 1980, seguramente ya murió. No sabemos cuál era su lengua. Nadie documentó eso. Y nadie podía hablar con él ya que no sabía hablar ninguna otra lengua que no fuera la suya. 

La lengua no es solamente una herramienta de comunicación. Es una manera de ver el mundo, de comprenderlo. Es un mundo con todas las de la ley. Una manera de entender el mundo y de darle sentido. Una manera de organizarse como ser humano en el interior de ese mundo. Todas esas riquezas, todas esas culturas están desapareciendo. Lo repito: el noventa por ciento de esas lenguas estarán muertas cuando ustedes mueran. A condición de que ustedes lleguen a la edad estadística que se espera que alcancen. 

Volviendo a mi proyecto, obviamente no se tratará de filmar todas esas lenguas. Tal vez otros cineastas vengan a darme una mano. Podría adquirir la forma de un proyecto colectivo, si por casualidad otros cineastas están interesados y si hay un público que tenga ganas de verlo. Pero mi impresión es que no le interesa a nadie. 



en Manual de Supervivencia, 2013











Contribución indirecta a DscnTxt de Diego Bentivegna









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