Recuerdo
un viaje, navegando sobre el río,
en
medio de la noche, con mal viento;
una tormenta de primavera.
El
piloto había roto el timón y lloraba a gran voz.
Los
viajeros, crispados en sus lechos,
estaban verdes por el miedo;
suplicaban
al cielo que cuidara sus vidas.
Todos
vieron, claramente, que no eran más
que arena flotando en este mundo.
Ahora
que han partido,
¿dónde están y qué fue de ustedes?
Es
triste regresar a los caminos que recorrió la vida.
en Poesía
china, 1960
Traducción de María Teresa León y Rafael Alberti
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