Silenciosa,
el agua del arroyo
atraviesa
el bosque de bambúes.
Flores
y hierbas, acariciadas
por
el favonio de primavera,
ponen
mil formas seductoras.
Me
siento, todo el día,
debajo
del alero,
de
cara a la montaña,
que
se vuelve más apacible
al
cesar de cantar las aves.
Poema
improvisado en la montaña Zhongshan
en
Poesía clásica china, 2001
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