domingo, marzo 10, 2019

"El vestido negro", de Clara Silva





Se inclina al borde del tiempo
y ve su cara
su otra cara espectral
navegando en la noche
cerrada a la culpa misteriosa

En sus ojos cansados
más allá del hueco de la tierra
el pájaro inmóvil de la muerte
en la fascinación del cielo.
Y sus manos caen del olvido
amontonando palabras inertes.

Quiere saber cual es la que se acaba
confrontar sus medidas
si es la enemiga que habla por su boca
o la otra sin culpa
que sus padres pusieron en el suelo
mirando el vacío de las cosas
Como su anillo no tiene herederos
pone una señal para encontrarse
detrás del vestido negro
donde tal vez haya una puerta para el alma
y el serafín aparte la condena

Pero la viña
–como dijo el Profeta–
sólo tiene un racimo entre las piedras.





en Juicio final, 1971












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