...y
como hombre y mujer
cohabitan
un mismo cuerpo.
Abrázame
desde tu vaporoso estado
y
gózame según convenga a tu humano instinto:
si
hombre, seré una brisa marina
y
todo el mar habitará mi rictus bivalvo;
si
mujer, para ti el polen de la floresta
y
el peso frutal de mi árbol. Pero cuando activo
sea
mi deseo, ¿quién de ti encontraré?
Si
como mujer pido, sé álamo;
si
como hombre, dos montañas y un volcán.
Y
si en vaivén mi dualidad se pierde
sé
espejo de abrazador azogue
donde
el vaho de mi suspiro quede atrapado
y
sea también de nuestro álbum familiar.
en El don de Lilith, 1990
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