Me
levanto. Estoy harta de ponerme
rubor
en las mejillas. Mi
rostro
en el espejo me repugna. Mis
finos
hombros están arqueados
de
desesperanza. Lágrimas de soledad
me
bañan los ojos. Con gesto
cansino
abro mi tocador. Enarco y
me
pinto las cejas y vaporizo
mis
gruesas trenzas. Mi criada es
tan
distraída, que me ofrece
flores
de ciruelo para el pelo.
en Cien poemas chinos, 2001
Antologador: Kenneth Rexroth
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