El brillo de las palabras. Las calles, los ascensores, los
colores de las paredes, las calaminas. La casa museo de Neruda. Los mágicos e
inútiles objetos. Las habitaciones que confunden el cielo con el mar. El sol
atado a sus aguas. Los versos de La Barcarola. La ciudad trepada hacia los
cerros. Fragmentos de historias personales. El pisco. El paseo Atkinson. Los
muchos registros. El baile. Las conversaciones. El camino que se abre. La noche
desvelada. Las cortinas abiertas. El puerto reflejado debajo de las nubes. Me
miraste desde la romana profundidad ocre de tus ojos. No te conocía, pero tu
nombre estaba escrito desde siempre en el árbol de mi memoria. Oí la voz de mis
ancestros, la tierra, el mar de mis orígenes. Al final del día, el hueco de la
despedida. Tu huella. Los hilos de la imaginación.
en
El aire de tu estar presente, 2015
Plural
Editores
No hay comentarios.:
Publicar un comentario