La tarde entra a mi cuarto
como una buena hermana
y desde un silencio pensativo
su sonrisa de enferma abandonada.
La noche se ha escondido en los pantanos
del parque. Las arañas
tejen cansadamente y hay pupilas
indefinibles junto a la ventana.
en
Poesía chilena (1907-1917), 1971
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