sábado, mayo 05, 2018

"Alegría del día y de la noche", de Liu Yong

Versión de Juan Carlos Villavicencio






En la cámara nupcial primero vi tu rostro,
y pensé que deberíamos compartir ese lugar por siempre.
La efímera alegría del amor –¿quién lo creería?–
pronto se convirtió en pena al despedirnos.
Ahora que la primavera tardía ha envejecido y pronto ya se irá,
veo una revuelta de flores y candelillas
que caen como una llovizna.
Me temo que todos los bellos paisajes
se irán contigo.

¿A quién puedo hablarle de mi soledad?
Tú forjas un sinfín de luz de la promesa que has hecho.
Si hubiera sabido que el hastío era tan difícil de eludir,
entonces habría hecho que te quedaras.
Lo que no puedo soportar pensar, aparte de tu galantería,
es que hay algo más en ti que cautiva mi corazón.
Si algún día no pensará en ello,
fundiría mis cejas mil veces frunciendo el ceño.


















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