En uno de los cuentos que integran la serie de los Mabinogion, dos reyes enemigos juegan al
ajedrez, mientras en un valle cercano sus ejércitos luchas y se destrozan.
Llegan mensajeros con noticias de la batalla; los reyes no parecen oírlos e,
inclinados sobre el tablero de plata, mueven las piezas de oro. Gradualmente se
aclara que las vicisitudes del combate siguen las vicisitudes del juego. Hacia
el atardecer, uno de los reyes derriba el tablero porque le han dado jaque mate
y poco después un jinete ensangrentado le anuncia: Tu ejército huye, has
perdido el reino.
en
Antología de la literatura fantástica
(Borges, Bioy, Ocampo), 1965
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