© Versión de Juan Carlos Villavicencio
Blancas garcetas vuelan frente a las colinas del oeste.
En el prodigioso espejo del arroyo van creciendo peces mandarinos.
Con mi sombrero de bambú azul
y una capa de paja verde, me encantaría
ir a pescar sin importarme ni el viento inclinado ni la fina lluvia.
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