O "cliks" para
sus traductores, editores, lectores, fans, seguidores, interesados, críticos y
detractores (del autor mismo y de todos los anteriores). A propósito del libro de John
Kinsella: América or Glow. (Traducción de Katherine M. Hedden y Víctor
Rodríguez Núñez. Descontexto Editores. Santiago de Chile 2016, en adelante
JK-AB). Esto que escribo es una devolución muy general respecto a un texto
inconmensurable que podría decir sin duda: es imposible abarcar. Sin embargo,
¡Oh felicidad! Está ahí, es posible aproximarse a este y rumiar unas cuantas
ideas.
* Impresiona
saber que la poesía se hace entre y para los amigos. Cuando la poesía además
nos hace amigos, tenemos una vinculación más allá del tiempo y el espacio, la
reunión de dos mentes.
* Analizar
cualquier traducción es un trabajo infame, proclive a la crítica; voy a anotar
tres cosas que me gustaron del trabajo en general y una que yo habría hecho
distinta por creer que así quedaría mejor. Esto mismo haré con la edición.
* Primero:
el ritmo sostenido de la traducción es fluido y ameno.
* Segundo:
las opciones fonéticas generales escogidas para la traslación del poema al
español son acordes al inglés australiano del escritor, respetando su
diferencia.
* Tercero:
la adjetivación descriptiva tan propiamente arraigada a la cultura y el uso del
inglés del país de los Estados Unidos se sostiene y llega a la traducción
cuidada y comprensible con lo que ayuda en la comprensión del poema y la
intención que quiso hacer la lectura traductológica.
* Yo
habría investigado otras opciones para el uso de las partículas determinativas
en la traducción, fijándome especialmente en las posibilidades hipotácticas del
español como ventaja comparativa por sobre la hiperdeterminación obligatoria
del inglés. Esto podría haber derivado en un interesante juego catróptico de
adjetivos que sí se aprecia en el original de Kinsella, y habría evitado la
inconsistencia manifiesta en la traducción en el uso (a veces sí, a veces no)
de los determinantes.
* Respecto
a la edición las tres cosas que más me gustaron son la bravura del índice, las
portadas por su cuidado diseño y el espacio en la lectura atribuible a la
elección de la fuente, separación entre caracteres y ubicación espacial en la
página de los textos. Yo habría hecho una edición del poema como "libro
objeto", tal vez en forma de papiro o metros
de poema, pero no es la característica del trabajo editorial de los DJ
dscntxt.
* Dicho
esto, podemos leer al poeta Autraliano John Kinsella: con más conocimiento del
espacio paratextual que lo circunda: llegado a Chile de la mano de
hispanohablantes transterrados en el mundo anglosajón, con una relación
personal, además, el texto se nos muestra, o mejor digamos, fluctuant nec megitur, como encargo
personalísimo: tradúzcanlo al español
(JK-AB, Nota preliminar, pg. 9).
* Hacer
una escritura de la propia lectura de una sociedad completa debe ser uno de los
trabajos más ambiciosos posibles y, por supuesto, hoy solo parece posible desde
la poesía. No comentaré más sobre esta misión
del poeta. (JK-AB, pg. 55)
* Leer
poesía amistosamente es la única posibilidad de subsistencia de esta. Sin
embargo, no parece ser una práctica extendida entre los lectores profesionales.
Al contrario, tenemos la crítica.
* Será
acaso, pues, que la lectura de poesía (indeterminada, indeterminable,
interminable) nos lanza a un espacio tan vasto y amplio que quedamos desnudos
naufragando sin esperanza y no sabemos sino reaccionar intentando aferrarnos a
algo conocido, reforzando nuestra individualidad y saber personal como el único
válido. Aceptar el naufragio parece la única posibilidad de flotar algo, aunque
sea a metros bajo el agua. (JK-AB, pg. 45)
* Traducir
una poesía surgida desde la impresión cultural de un huésped sólo es posible
siendo inconcebiblemente hospitalario con el lector y aceptando que los
referentes culturales contenidos en los textos que lo alcancen bastarán para
hacer su lectura una experiencia feliz.
* Debiéramos
leer poesía siempre bilingüemente, además y sobre todo como práctica social:
calles, parques, plazas, todos los espacios públicos repletos de grupos de
lectores leyendo traducciones de traducciones y palimpsestos traductológicos
con sus sonoridades líquidas tapizando ectoplásmicamente las murallas de
sonidos y reverberaciones para atravesar las murallas de nuestras culturas
hacia la esencia última de todo. (JK-AB, pg. 93)
* Comprender
y aplicar un esquema personal a la lectura de cualquier poesía está
sobrevalorado, sin embargo, es la única opción que tiene un lector: comparar,
clasificar, definir y distinguir: esto me gustó, esto otro no me gustó: nada
más torpe cuando se intenta leer una cultura: las cosas en la cultura están ahí
evidentemente por que resultaron del gusto, uso o necesidad, en otras palabras,
si resultaron o resultan proficuas para alguien.
* Penosamente,
el escritor está en una situación análoga aparentemente previa: todavía no es
autor público, pero su subjetividad edita la realidad intencionadamente:
conocer la raíz de estas discriminaciones, o siquiera pretender que se puede
ser neutral frente a ellas -porque no se tienen- es una confusión común que
sabemos justificar pues todos somos ignorantes.
* En
general hoy se conversa de dos posibles opciones de lectura de la poesía: desde
las tradiciones aparentemente cada vez más convergentes del oriente y del
occidente: un pensamiento analítico exterior y uno interior. El oriental
Kinsella llega a América primero pero después extiende algo de su rabieta a la
relación de América con el resto del mundo: ¿Acaso no lo hacemos todos? (JK-AB,
Capo dot com. Pg. 115 a 146). ¿Acaso
no hacerlo es posible, deseable, correcto, justo, beneficioso? Si esta, nuestra
era de Lo and Behold, nos lo permite
¿podemos incluso en poesía ser el gritón de Red
Social Virtual? No me canso de cansar con esto: qué vicio de ventanas más
aburridamente dinámico. Cualquiera (no todos, pero cualquiera) cree que
asomándose a internet abre su mente. Tal vez sea así en un sentido, pero muy
mínimo.
* Se
agradece a JK lo que presenta. Posiblemente no hay poetas en español que puedan
hacer esto, demasiada pasión y demasiada rabieta contra ese que despectivamente
llamamos los estados juntos, el país sin
nombre, no-américa, y más cosas más pesadas.
* En
América, Hollywood es siempre adorable. A pesar del vicio, a pesar del asco. En
palabras del gran Billy Wilder: "los pesimistas acabaron en Hollywood, los
optimistas en Auschwitz". Nada de "suerte" aquí.
* Darle
una vuelta a aquello que Brilla (que
sabemos, en cierto sentido, es indestructiblemente verdadero) tiene que
aproximarnos necesariamente a su tradición poética: el verso proyectivo
imaginado en este poemario de JK dejaría a cualquiera sin aliento. Una lectura
con ritmo (beat) aplastaría la confianza del lector, la academia tendrá algo
incompleto que decir. Objetivistamente nos podríamos quedar con el título (que
podría discutirse en la traducción por océanos de páginas, también). El punto
de estos puntos es LA intensamente interesante e infinitamente legible
experiencia legítima que sucede abriendo o asomándose a las páginas, versos,
desgarros p(r)o(f)éticos del Brillo
(poema). Este mandamiento de Kinsella, from
down under…
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