Los taladros charlan llenos de barro y aire comprimido
por todo el globo,
en bares de techo bajo oímos las mismas nuevas canciones.
Todas las nuevas canciones,
en las cantinas del mundo.
Después de conducir la oruga. Cuando el camión
volvió a casa.
Caribú resbaló,
las patas delanteras se doblaron primero
bajo la cálida tubería petrolífera
instalada a un metro del suelo.
Sobre el piso de madera, vaso en mano,
reír y blasfemar con
la mujer de otro.
Tejanos, hawaianos, esquimales,
filipinos, trabajadores, siempre
al filo de una bronca,
en los bares del mundo.
Oyendo esas nuevas canciones de siempre en Abadan,
Naples, Galveston, Darwin, Fairbanks,
blancos o cobrizos,
bebiéndolo todo,
el dolor
del trabajo
de destruir el mundo
en Axe handles, 1983
Traducción de Nacho Fernández, Miguel Ángel Bernat,
José Luis Regojo y John Good
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