He
estado esperándolo tanto.
Sólo
yo caminé a su sombra.
Esta
vez, la segunda con la que he
Acudido,
ya no sueño con
La
inmensidad. Con las manos a
La
espalda, camino de
Un
extremo al otro, pensando:
¿Cómo
puede un hilo tan fino
Mantener
atada a una ciudad?
en El barco de las orquídeas, 2007
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