Seis detectives fueron a pescar
a la orilla del mar.
Encontraron un cadáver
e investigaron la causa de su muerte.
El padre Brown les informó
amable y sin la menor pizca de
desdén:
«Igual que ustedes y yo y todos los
demás,
murió de haber nacido».
El detective del Daily News
preguntó: «¿Dónde están los
muertos?».
Y el padre Brown, con una leve
tosecilla,
le respondió y dijo así:
«Si viene usted a St. Cuthbert,
hoy mismo se lo diré».
Pero los otros cinco detectives
se alejaron llorando.
* Este poema lo escribió Chesterton en un ejemplar de El secreto del padre Brown que regaló al
padre John O’Connor. El padre O’Connor es el
cura de Yorkshire de quien Chesterton escribe en su Autobiografía (Acantilado, 2003): «Describo deliberadamente a mi
padre Brown como una masa de pan de Suffolk, East Anglia. Eso, y el resto de su
descripción, era un disfraz intencionado para que encajara en una historia
detectivesca. Pero, a pesar de todo, en un aspecto muy real, el padre O’Connor
fue la inspiración intelectual de estas historias y también de cosas mucho más
importantes». El «St. Cuthbert» citado en el poema es una referencia a la
parroquia del padre O’Connor en Bradford, Yorkshire. El poema se publicó en la edición que John Sullivan hizo
de Greybeards at Play and Other Comic
Verse (Juego para barbicanos y otros
versos cómicos, Londres, 1974).
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