Me
quedo sentado, solo, en un cuarto vacío.
La
desdicha comienza de mil
modos.
Tristes
ecos responden a los suspiros de la
pena.
Infelices
lágrimas corresponden a palabras amargas.
Doy
vueltas y miro a mi alrededor,
el
blanco Sol traspasa las colinas del Oeste.
Pero no
veo llegar a mi amada,
sólo
veo pájaros de regreso a casa.
Pájaros
que vuelan alegres
y al
atardecer descansan, cada uno en su bandada.
siglo IV d. C.
en Poesía amorosa de la antigua China, 1994
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