viernes, mayo 08, 2015

"Chico Malilla envió un mensaje de texto que fue interceptado", de Óscar Petrel





Soy hija de un perro,
de un animal enrabiado,
de una bestia que muerde y abandona.
Me cojea esa falta de origen, es mi carencia.
Será por eso que siempre me golpeo en las esquinas de los muebles,
choco con ventanas, postes,
descuadro las distancias.

Yo comprendo los instintos de los animales azarosos
que se encuentran por las noches y luego se aparean,
cifrados por el abandono,
arrastran un deseo vivo, transparente y solo
y como yo no tengo padre me parezco al amor.
Hablo de lo que soy;
nací de la ternura de un muchacho que se marchó.
Y repito las formas para ese tipo de cachorro,
me entrego al menos padre que hay en este delirio de cumbia,
le doy a su antojo esta piel afiebrada y estos senos duros,
de una belleza tan escandalosa y ordinaria
que me siento fea
fea
de tanto desear
que sus dientes me muerdan.



El mensaje decía: Rocío no es un animal cualquiera.







en Chico Malilla, 2014













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