Kardan
cayó enfermo. Su tío le dijo:
-¿Qué
deseas comer? La cabeza de dos corderos.
-No
hay.
-Entonces,
las dos cabezas de un cordero.
-No
hay.
-Entonces
no quiero nada.
en Cuentos breves y extraordinarios
(Borges y Bioy,
compiladores), 1953
2 comentarios:
Para los inconformistas. Releo en Narraciones extraordinarias.
Para los inconformistas. Releo en Narraciones extraordinarias.
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