Oh vida, en qué te diferencias de la muerte me
pregunto.
Eduardo Anguita
Celeste
resplandor de visiones oníricas
encierras
los arcos esféricos
tulipán
tiempo
envuelto
en abismos
eres
sustitución orgiástica
respiro
distante de mi país en letras amantes
Punto
cúlmine capa de la pirámide
viento
marea y tiempo
de
torrente dulce a sanguíneo eres sanador y mortal
Plataforma
de mi estío
vestido
similar a todo
Fruto
alquímico
espectador
de mi pecado y los nacimientos sucesivos
te
albergo en mis naciones
Los
vidrios empañados gimen como el caer de tu cuerpo
como
magenta luciérnaga
te
pierdes
Los
ritos nos maldicen
las
preguntas me toman como residencia
aún
no puedo nombrar el lugar de donde emanan mis plegarias
El
tiempo absorbe a la multitud
no
dejo de seguirte
Esta
casa cae a pedazos.
en Campos de ciudad, 2012
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