jueves, mayo 09, 2013

"Catedral Neoyorquina", de Enrique Lihn

Fragmento




¿De qué planeta frío cayó este aerolito
que no presenta huellas de Dios en parte alguna?
Si bien ya nadie prueba la existencia de Dios
al pie de esta montaña de utileria gótica
no hace falta frustrar el deseo de hacerlo.
La catedral más grande del mundo está vacía
desde que fue el proyecto de esa mera grandeza:
un fruto inmenso pero sin sabor
de la sociedad competitiva
el deseo piadoso quizá de establecer
una gran sucursal del cielo en Nueva York.











en A partir de Manhattan, 1979













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