Acaso estás de veras cansada de llorar.
Acaso necesitas dormir
Que callen los ruiseñores,
Que no croen las ranas, ni vuelen los murciélagos.
Que no te hiera el sol los párpados
Que la brisa no te roce las cejas,
Que nadie te despierte
Que proteja tu sueño la sombrilla de los pinos.
Acaso oír las lombrices torciéndose en el cieno
Y las raíces de las yerbecillas absorbiendo el agua.
Y acaso te parezca esta música
Más bella que la voz humana que maldice.
Cierra, entonces, los ojos.
Te dejaré dormir, te dejaré dormir.
Te cubro poco a poco de tierra,
Y quemo poco a poco lingotes de papel.
Wen Yiduo, también conocido como Wen Yi To
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