Todo
busca completarse, fácil
como
es y no está quien rompe
las
cadenas de la cárcel o la historia.
Caemos
con la noche a los calabozos,
manos
mestizas unidas a la pólvora
española
para ir secando los años sin
que
nada pase en estas naciones de charqui:
un
cuento rueda boca a boca, sisea algo
que
algún día llegará a ser un nombre:
revolución,
independencia.
Lo
reinos del norte dicen ser pero también
estar
bajo una lengua, como ya lo sabrán
oigo
el metal de la imprenta y su ciego galope
de
tinta, porque todo lucha por completarse.
Y
yo, del otro lado de la roca paladeo sus
nombres,
el de su madre e imagino a quienes
dirán
llamarse en ese pedazo de tierra. Digo:
esto
no es, está España, Virreinato, Cuyo o
Santiago:
los indios lo repiten mientras yo
que
quise ser José Miguel Carrera quiero dejar
de
estar para ser mis padres y mis hermanos
en
esta plaza de Mendoza, como dijo Rodrigo
de
Triana: tierra, tierra, tierra.
en Trasandino, 2012
2 comentarios:
Bello poema, historia y corazón
Poemazo.
Publicar un comentario