Pewma dungu
Me
adentro
en
estos cantos de sueños,
dormitando
cerca del fuego
mientras
afuera
el
viento
hace
bailar las montañas.
Baile sagrado
El
mar ha vuelto
elevándose
gruesa
sobre
el solitario cerro tren-tren
y
sobre las piedras
va
dejando su palabra.
Bailan
las culebras,
allá
arriba,
esperando
a la luna.
Bailan
las olas allá abajo,
esperando
el rocío de kai-kai.
Y
el sol cae pesado
sobre
su espalda.
Tras
la hilera de piedras
Kalfukura
sueña.
Meulen
Entre
nubes de polvo
Meulen
bajó hacia los valles,
susurrando
entre las piedras.
Dicen
que
en la madrugada,
volando,
Meulen
cruzó los aires.
Dormido
entre los tallos
estaba
yo escuchando su murmullo,
pasó
la noche suave entre los cerros.
Veloz,
un
pájaro de polvo
entumeció
mi cabeza
con
su vuelo.
Chonkitun
Es
hora
en
que el fuego comienza a dormitar,
abuela,
y
el camino del cielo
me
trae tu voz
desde
las sombras.
Es
hora de dormir,
me
dices
mañana
otros pasos andaremos
porque
otras son
las
palabras en el día.
Kürüf
Sobre
los campos talados
angustiado
da
vueltas el viento;
sobre
el polvo y las cenizas
arrastrando
los nidos
donde
soñaron las aves.
El
viento
se
enloqueció entre las rocas
porque
a sus oídos
ya
no llega
el
canto suave de los árboles.
Atardecer
Hay
gritos de pájaros
y
en los caminos
salen
las sombras a mirar
el
paso lento de los colores
sobre
el horizonte.
El
lejano zumbido de las motosierras
estremece
la noche que cae
sobre
los canelos marchitos.
en Pewma dungu / Palabras soñadas, 2003
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