Emoción sin raíz y sin espiga
que hincha el corazón de los botones
y desangra en aromas.
Pestañita de lumbre de mis antros
por donde va mi tosca melodía
y revienta en estrellas mi palabra.
Pecado que desgrana su lujuria...
¡con mis manos de barro lo recojo
y me parecen rosas sus espinas!
Polen de luz dormido sobre el alma,
¡viene ebria la abeja de la vida
y aparecen los besos como estambres!
en La flauta del hombre pan, 1929
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