sábado, enero 17, 2009

“Primeras jugadas”, de Jorge Velásquez







Antes hubo aquí un rehue y luego una capilla
una misión circular prendida en su propia cruz

Los primeros encomenderos y conquistadores
buscaban la oreja de un hombre desnudo
como trofeo

A un extremo de la cancha colocarían el altar
y en la defensa grandes playas levantadas contra el norte

La victoria no fue sino aniquilación de latidos
bajo la siembra

entonces libre de marcadores
domesticaron el mar y la maleza

Osamentas de plata y oro llevaban sus camisas

La estrategia fue siempre el sembrado de un rosario

las palabras tenían el color de un fruto caído

Plantó aquí la codicia su estandarte

Sólo la muerte jugaría un partido inconcluso
entre los avellanos.








en La iluminada circunferencia, 2006










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