sábado, diciembre 20, 2008

Dos poemas de Anna Ajmátova





A LA CIUDAD DE PUSHKIN

1
¿Qué puedo hacer? Ellos te destruyeron,
¡Qué encuentro más cruel que el separarse!
Aquí hubo un surtidor, allá alamedas,
más a lo lejos verdecía el parque...
La aurora más rosada que ella misma
fue aquél abril. Olor a húmeda tierra,
a primer beso...


2
Las hojas de este sauce en el siglo pasado se murieron,
para brillar cien veces más lozanas en la forma de un verso.
Las rosas se trocaron en purpúreas rosaledas silvestres,
pero los himnos de la escuela siguen brotando sin desánimo.
¡Medio siglo pasó! Fui premiada por la divina suerte
y en los días violentos olvidé el fluir de los años.
¡Ya no voy por allí! Pero a la orilla del río de la muerte,
yo llevaré mis trémulos jardines de Tsárskoie Seló.




Versión de Rafael Alberti





SONETO DE ESTÍO

Más que yo vivirá lo que aquí vive,
hasta los nidos de los estorninos,
y este aire migratorio que cruzó,
aire primaveral, la mar en vuelo.

La voz eternidad de allá nos llama,
del más allá con su invencible fuerza,
y por encima del cerezo en flor,
la luz lunar menguando se derrama.

Parece que blanquea sin estorbo,
a través de las verdes espesuras,
la senda que no digo adónde lleva...

Allí hay más claridad entre los troncos
y todo se asemeja a la arboleda
que circunda el estanque en Tsárkoie Seló.




Versión de María Teresa León









1 comentario:

arien3notas dijo...

Hermosos Poemas.

Y hermoso y sensible lugar, que solo puede ser apreciado con el corazón.

Saludos y larga vida a Descontexto.