En este cuadro estuve ayer nada ha cambiado
estoy allí y no estoy al mismo tiempo
En este cuadro boté a un peón en el mero impulso de saltar
del negro al blanco y del blanco al negro como afuera en los días
En éste mi sombra proyectó al otro y debió despejarse mi camino
pues mi camino iba en un sentido único
a salto de mata esquivaba el obstáculo
con la vana presencia de mi gesto
En éste estuve altivo y humillado
en éste pasté los días y bebí el más dulce jugo de cebada
Aquí pisé a una dama es tan fácil decirlo ahora
pero esa dama mi Dios ya no era mía
En ese escaque aquel fui iluminado
(me consagré a la luz vi como iba)
En ese foco el yugo al que confieso pecados palaciegos y mi herida
En ese cuadro negro estuve opaco agazapado fiera sin sentido
y en ese oscuro cuadro me ilumino en casa del saber
con la pavesa inclinada hacia lo alto
y aquí -justo al lado de aquel donde me veis ahora-
huí al paso de la torre y me fui hacia la otra esquina según mi cabalgar
del blanco al negro y del negro al blanco pero siempre mi vista
hacia esa meta
No hay nunca un desandar (no volveré a mis pasos todavía)
A veces es un pasto fresco o tibio
a veces el sonido de herradura me hace fuerte en mi andar sobre
la piedra en la copia feliz del Paraíso
Pero en ese
en ese cuadro de la esquina oscura
maté por la ilusión de defenderme de una clara amenaza ya sabida
por esta desmemoria que me impulsa hacia el otro sentido de la luz:
la sombra iluminada
el blanco oscurecido o la penumbra
porque nada es en sí de un solo tono que absorbe los colores en
un fondo
o los lanza hacia el cielo en arco iris
Lo aprendí de mis saltos
de este andar discontinuo
Aquí mandé allí amé
aquí obedecí allí fui odiado
y aquí estoy en la cresta de la ola
y en ese (tras de esquivar al vano alfil y su trayecto)
en ese cuadro cerca del noreste
atrapé al cabecilla deste truco
Lo arrinconé dudoso de su fuerza
mas no pude seguir
soy un herbívoro
y la sangre no cuenta en mi memoria
Lo atrapé mas no pude cazarle
no se gana
se observa cada triunfo y la jornada termina simplemente
en su derrota
para empezar de nuevo
de blanco a negro de negro a blanco
como todas las piezas deste juego.
en Versos atribuidos al joven Francisco María Arouet
y otros textos desclasificados, 1999.
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