Al poeta Rosamel del Valle
No olvides a los muertos que jamás olvidan
y son tu sombra viva
Todo cuanto le des te lo agradecen y devuelven
ellos los delicados los generosos muertos
Dales una sonrisa una simple mirada
y ellos te darán un cerezo florido una pradera de nieve
Dale al muerto una rosa una sola rosa
húmeda aún del temblor de tu corazón
y él te la devolverá
pero rodeada de un tiempo puro
de un espacio sin mácula
Dale al muerto un guijarro uno solo
y él te devolverá el interior de una montaña
en Eduardo Molina, un poeta mítico, o mejor llamado Del otro lado del espejo (Poemas de los cuadernos del poeta Eduardo Molina Ventura), 1996.
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