(EL POETA DRAMÁTICO)
El punto central de mi personalidad como artista es que soy un poeta dramático; continuamente tengo, en todo cuanto escribo, la exaltación íntima del poeta y la despersonalización del dramaturgo.
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Provisto de esta llave (...) pude abrir lentamente todas las cerraduras de mi expresión. Sepa que como poeta, siento; que como poeta dramático, siento despegándome de mí; que como dramático (sin poeta), traslado automáticamente lo que siento a una expresión ajena a lo que sentí, construyendo en la emoción una persona inexistente que la sintiese verdaderamente, y por ello sientiese, en consecuencia, otras emociones que yo, puramente yo, me olvidé de sentir.
(POEMAS DRAMÁTICOS)
La literatura dramática es una subespecie de literatura narrativa, y ésta una especie del género literatura.
La literatura es la expresión verbal de un temperamento; la literatura narrativa, la forma objetiva de esa expresión verbal; la literatura dramática, la forma máximamente objetiva —esto es, la forma sintética— de esa expresión objetiva. Un drama no es más que una novela en su forma más sintética posible. Y es por alcanzar esa objetividad máxima por lo que puede cobrar apariencia de vida; es decir, puede ser simulado en un escenario por personas a las que se les llama actores.
Las cualidades posibles del drama resultan, por tanto, de tres principios. Las hay que participan de todas las formas literarias, puesto que el drama es literatura; las hay que participan más concretamente de todas las narrativas literarias, y las hay que le son propias como forma máximamente sintética de la narrativa literaria.
Existen tres tipos de drama: el sintético, que busca englobar en sí, equilibrándolas, las tres cualidades que en el drama son posibles; el analítico, que trata de presentar solamente las cualidades particulares y distintivas del drama, y el mixto, que trata de aunar las cualidades de ambas.
El tipo sintético alcanza su plenitud en el drama en verso. Al ser en verso alcanza el máximo de expresión verbal de un temperamento que en verso se acentúa mucho más que en prosa. Al ser drama reduce esa (expresión) verbal a la objetividad.
(POESÍA Y RITMO)
Si yo me acercara al lector y le dijera: “Ese automóvil suyo no es un vehículo porque no es empujado por caballos”, es probable que el lector no diese como bueno, o al menos, como algo no dicho en serio, mi argumento. Cuando alguien se me acerca y me dice: “Este poema no es poema porque está hecho en líneas que no tienen medida regular, que no tienen rima, que no se pueden leer ni medir como versos”, esa persona (hace) una afirmación en nada diferente a aquella hipotética afirmación mía sobre el automóvil del lector
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El verso se diferencia de la prosa no sólo materialmente, sino también mentalmente. Si no se diferenciara no habría ni una cosa ni otra, o habría solamente una que fuese algo así como una mezcla de las dos. El estado mental que produce verso es diferente del estado mental que produce prosa. La diferencia exterior entre prosa y verso es el ritmo; la diferencia interior entre prosa y verso será la diferencia entre un estado mental que espontáneamente se proyecta en simples palabras y un estado mental que espontáneamente se proyecta en ritmo hecho con palabras.
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Hay ritmo en la prosa y hay ritmo en el verso. En el verso, sin embargo, el ritmo es esencial, en la prosa no: es accesorio (una ventaja, pero no una necesidad). En el fondo no hay verso ni prosa...
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Hay ritmo en la prosa y hay ritmo en el verso. En el verso, sin embargo, el ritmo es esencial, en la prosa no: es accesorio (una ventaja, pero no una necesidad). En el fondo no hay verso ni prosa...
(TEATRO ESTÁTICO)
Llamo teatro estático a aquel cuyo enredo dramático no constituye acción; esto es, donde las figuras no sólo no actúan, porque ni se mueven, ni hablan de moverse; sino que ni siquiera poseen sentidos capaces de producir una acción, donde no hay conflicto ni perfecto enredo. Se dirá que esto no es teatro. Creo que lo es, porque creo que el teatro tiende a ser teatro meramente lírico y que el enredo de teatro existe no en la acción, ni en la progresión y consecuencia de la acción, sino, más ampliamente, en la revelación de las almas a través de palabras confusas, y en la creación de situaciones... puede haber revelación de almas sin acción, y puede haber creación de situaciones de inercia, momentos de alma sin ventanas, sin puertas a la realidad.
Los textos que forman este conjunto han sido seleccionados por Ángel Campos Pámpano de la obra en prosa de Fernando Pessoa. Los fragmentos de los tres primeros epígrafes proceden del volumen 1 de los Poemas Dramáticos, Obras Completas de Fernando Pessoa, VI, Lisboa, Ática, 1952, preparado por Eduardo Freitas da Costa, sobrino del poeta. Los que componen (Teatro Estático) han sido traducidos de Páginas de Estética e de Teoría e Crítica Literarias. Textos estabelecidos e prefaciados por Georg Rudolf Lind e Jacinto do Prado Coelho, Lisboa, Ática, 1973.
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