lunes, agosto 27, 2007

“Para leer a Carlos Castaneda”, de Guillermo Marín

Sobre Las enseñanzas de Don Juan





En este libro Carlos Castaneda hace un recuento de sus primeras experiencias con Don Juan y con las plantas de poder. El autor conoce a Don Juan a finales de 1960 e inicia su aprendizaje en junio de 1961, para concluirlo, en lo que podríamos llamar su primera etapa, en octubre de 1965. El libro se edita hasta 1968. En esos primeros cuatro años el autor confronta su “realidad” como hombre formado en la cultura occidental, antropólogo e investigador, con la de un viejo brujo yaqui, el cual tiene fama de conocer el secreto de las plantas alucinógenas.

Durante este tiempo el autor es sometido a un proceso de “sensibilización” a través de la ingestión de plantas de poder y nos relata estos estados, que por demás resultan fascinantes, pero que tienen poco valor en términos de aportación de conocimiento. En su segunda obra, Castaneda relata que le muestra orgulloso a Don Juan su primer libro, a lo que Don Juan no le da mayor importancia. Deducimos que Don Juan sabía que el verdadero conocimiento estaba depositado en el lado izquierdo de Castaneda y que éste sólo lo recordaría si llegaba a ser un guerrero impecable.

Esta obra tiene poca profundidad ya que, como el propio Castaneda reconoce en Una realidad aparte, al reexaminar las notas de campo que no había empleado en la realización de Las enseñanzas de don Juan, se dio cuenta de que había descartado una gran cantidad de datos valiosos debido a su énfasis en los “estados de realidad no ordinaria”. Don Juan buscaba, con las plantas de poder, “sacudir” a Castaneda para destapar sus niveles de percepción. Don Juan dijo a Castaneda que ya no necesitaba fumar debido a que el “Humito” era su aliado y podía llamarlo donde fuera y cuando fuera. En su cuarto libro, Relatos de poder, el autor menciona que después de hacer una revisión detallada de lo aprendido, empezaba a cuestionar la función de las plantas de poder dentro de su aprendizaje. A la pregunta de Castaneda respecto a que si es necesaria la ingestión de plantas de poder para llegar al conocimiento, Don Juan le contesta que en su caso había sido necesario porque carecía de sensibilidad, pero que otras personas no lo requerían, y puso el ejemplo de “Eligio”, otro de sus aprendices, quien había tenido un solo encuentro con “Mescalito” en todo su aprendizaje y, al parecer, había avanzado más que Castaneda en el camino hacia el conocimiento.

Este primer libro llamó mucho la atención Estados Unidos porque en aquel tiempo muchos jóvenes norteamericanos habían tomado el camino de las drogas. Alentados por los relatos de Castaneda, muchos pensaron que la droga era la única vía al conocimiento de otra fantástica realidad dentro de nuestro mundo; pero el mismo Don Juan señala que el costo de ingerir estas drogas es muy alto para el cuerpo; que se puede transitar el camino del conocimiento evitando pagar tan alto y peligroso costo.

En los inicios de su aprendizaje, relatados en Las enseñanzas de don Juan, el joven Castaneda estrellaba su racionalismo, su cultura occidental y su antropología contra lo que para él era el incomprensible y aterrador conocimiento de un indio anciano y enigmático. El “poder” había seleccionado a Castaneda y Don Juan le preparó una artimaña para “engancharlo” como aprendiz. Esta tarea requiere del brujo un esfuerzo de imaginación e impecabilidad. Según la tradición, debe atraerse al aprendiz ya sea por medios drásticos o despertando su curiosidad o interés. En su caso, Castaneda tenía que hacer una investigación antropológica y Don Juan aparecía ante sus ojos como un excelente informante. Así, en visitas aisladas o durante los veranos, en el transcurso de poco más de cuatro años, el investigador convertido en aprendiz fue conducido de manera impecable, pese a su resistencia racional, en apariencia inquebrantable, hacia los intrincados caminos de la otra realidad.

Durante este tiempo Don Juan le habló y le mostró muchas cosas y Castaneda empezó su camino al conocimiento; pero, como ya dijimos, el aprendiz recibe la instrucción en dos áreas, la del tonal (derecha) y la del nagual (izquierda). Por la poca energía que poseía Castaneda en aquella época, las enseñanzas del lado izquierdo simplemente se almacenaron y, para comprender las enseñanzas por el lado derecho, Castaneda aún no disponía de la suficiente flexibilidad.

De esta obra diremos que Castaneda recoge la inquietud de Don Juan por tratar de que el autor se haga responsable del camino que comienza a andar y que lo puede llevar a convertirse en hombre de conocimiento. A la pregunta de Castaneda respecto a qué deberá hacer para llegar a ser hombre de conocimiento, Don Juan le responde que deberá desafiar y derrotar a “sus cuatro enemigos naturales”. Dice Don Juan que el conocimiento nunca es aquello que uno espera. En cada paso el aprendiz se encuentra en un atolladero, y su miedo crece sin misericordia... Así tropieza con su primer enemigo natural: el miedo, al cual debe desafiar para dar el siguiente paso, y el siguiente, y todos los posteriores. Estará lleno de miedo y, sin embargo, no deberá detenerse. Llegará entonces el momento en que se retire su primer enemigo. El hombre principia a sentir seguridad en sí mismo. Su propósito se hace más fuerte y la tarea de aprender deja de ser aterradora. En ese momento el hombre ha derrotado a su primer enemigo natural. Ha adquirido la claridad de mente que elimina al miedo. Ese es su segundo enemigo natural: la claridad. La claridad de mente puede cegarlo porque lo fuerza a no dudar de él mismo. Esa seguridad lo impulsa a hacer cuanto se le antoje, porque todo lo ve con claridad. Pero la claridad. es una ilusión de “poder” a la que puede rendirse; si lo hace, habrá sucumbido a su segundo enemigo natural y ya no podrá aprender, debido a su torpeza. Para evitarlo deberá desafiar a su claridad y esperar pacientemente y ser cauteloso antes de seguir adelante; debe pensar que su claridad puede ser un error. Vendrá entonces el momento en que podrá comprender que su claridad sólo es “un punto delante de su nariz”. Así habrá derrotado a su segundo enemigo. Habrá llegado a un punto en donde nada podrá dañarlo. El anhelado poder será suyo por fin. Podrá hacer lo que se le antoje con su poder. Podrá dominar a su aliado y su deseo será la regla. Habrá entonces tropezado con su tercer enemigo natural: el poder. En esta etapa el hombre apenas puede advertir que su tercer enemigo lo acecha. De pronto, sin saberlo, habrá sucumbido en su batalla. El poder lo hará un hombre cruel y caprichoso. Un hombre en tales circunstancias llega a la muerte sin realmente manejar su poder. El hombre tiene que desafiar intencionalmente a su poder. Debe darse cuenta de que el poder conquistado no es suyo en verdad. Si logra entender que sin control de él mismo la claridad y el poder son terribles enemigos, llegará al punto en que dominará todo. Sabrá entonces el momento y la forma en que deberá usar su poder. Habrá derrotado así a su tercer enemigo natural.

Para entonces el hombre estará al final de su camino al conocimiento y, casi sin advertirlo, enfrentará a su último enemigo natural: la vejez. Habrá perdido el miedo, su claridad ya no será impaciente, todo su poder estará controlado, pero siente un deseo constante de descansar. Si se entrega a su deseo de descansar y olvidar, arrullado por la fatiga, su enemigo lo volverá una vieja y débil criatura. Su claridad, su poder y su conocimiento estarán vencidos. Si el hombre logra sacudirse la fatiga y cumple su destino hasta que llega el final, podrá considerarse hombre de conocimiento, aun cuando sólo sea por unos breves momentos en los que logra despojarse de su último enemigo, al cual nunca podrá vencer por completo.

Don Juan menciona a Castaneda que en la vida hay muchos caminos que recorrer, pero que un hombre, antes de embarcarse en un camino, debe estar libre de miedo y ambición; entonces, deberá preguntarse si el camino tiene o no tiene corazón. Una vez hecha la pregunta, el hombre conocerá la respuesta. Un camino sin corazón nunca se disfruta; por el contrario, se vuelve contra uno y nos destruye. Un camino con corazón, en cambio, no nos hace batallar para hallarle el gusto. El camino sin corazón, en todo su recorrido, nos da dolor y angustia. En cambio el camino con corazón nos da armonía y bienestar.

Cuando Castaneda tiene su primer encuentro dentro del mundo de la brujería, preso del más terrible miedo decide abandonar el aprendizaje. Tenía que ordenar sus ideas. Su concepción occidental del Mundo carecía ya de certeza absoluta. Pensó que en su camino para volverse hombre de conocimiento había sucumbido a su primer enemigo natural.

Con gran maestría Don Juan convence a Castaneda de que está enfrascado en una batalla con una bruja llamada Catalina, quien supuestamente se ha empeñado en matarlo. Castaneda está dispuesto a prestar ayuda a Don Juan, quien le pide enfrentar a Catalina. Los detalles de este enfrentamiento son descritos por Castaneda en Una realidad aparte. Sólo diremos que la impresión de ese enfrentamiento y la “evidencia” de que la bruja Catalina se había vuelto contra él, fueron decisivos para que, como el propio Castaneda reconoce en Una realidad aparte, abandonara el aprendizaje invadido por el más irracional pánico.






9 comentarios:

Unknown dijo...

Para leer a Castaneda hay que leer a Castaneda, una y otra vez. Dejar que pasen los años, intentar, comprender, aprender, vivir. He leído todos y cada uno de los libros de Castaneda entre 10 y 20 veces desde hace 15 años, y sigo aprendiendo. En pocos sitios he encontrado tantas respuestas. No creo que su obra tenga nada que ver con las drogas, ni con los indios, ni con las culturas tradicionales. Sus libros son un incentivo para "enamorarse del conocimiento". Saludos.

Anónimo dijo...

Para mi el libro de Marin me dio la pauta para hacer una nueva lectura de la obra, pues había leido uno que otro, sin orden y sin encontrar pies y cabeza.

Es solo una herramienta y por supuesto que ni remotamente suple la obra de Carlos Castaneda, pero el autor lo señala.

No he encontrado otra lectura mejor sobre la obra del nagual.

Luz de Luna

Anónimo dijo...

El libro de marin es un buen comienzo para entrar en esta dificil obra.
He leido todos los libros en español sobre castaneda y creo que este es el mejor, y por supuesto, no suple la lectura de la obra...

Flechador del Sol

Anónimo dijo...

eh leido barios libros y asta el dia de hoy no eh encontrado nada mejor q sele paresca a castaneda y si algun dia lo encontrara en calle le daria las GRACIAS x aber echo viaje a ixclan

Carlos Zacarías dijo...

Por favor, las obras de Castañeda son pura ficción.
Deberian leerse como lo que son, puras fantasias. Al parecer Castañeda le paso lo mismo que a muchos locos que terminan confundiendo la realidad con sus mentiras.

Carlos Zacarías dijo...

Por favor, las obras de Castañeda son pura ficción.
Deberian leerse como lo que son, puras fantasias. Al parecer Castañeda le paso lo mismo que a muchos locos que terminan confundiendo la realidad con sus mentiras.

Anónimo dijo...

El reportaje de Carlos Castaneda es el resumen de lo que ha sido la Brujería, desde sus
orígenes hasta la actualidad, en la zona del mundo donde mayor y más efectivo, con
diferencia, ha sido su desarrollo. Es asombroso e
increíble, pero muy real.
Carlos Castaneda escribió 12 libros. Los cuatro primeros,
1
-
Las enseñanzas de don Juan.
2
-
Una realidad aparte.
3
-
El viaje a Ixtlán.
4
-
Relatos de poder.
son las enseñanzas para el lado derecho, el tonal. Se
trata aquí de mostrar al tonal que su
orden no es lo único que existe en el Universo, además de enseñarle impecabilidad.
Los dos siguientes,
-
El segundo anillo de poder.
-
El don del Águila.
son libros de transición en los que trata de sus r
elaciones con las personas del grupo del
nuevo nagual, el suyo, y del grupo del antiguo nagual, don Juan. El primero resulta
pesado y poco productivo, pero el segundo, de la mitad en adelante, es divertidísimo y
muy instructivo.
Los siguientes tres lib
ros,
5
-
El fuego interno.
6
-
El conocimiento silencioso.
7
-
El arte de ensoñar.
son las enseñanzas para el lado izquierdo, el nagual. Se trata de transmitir al aprendiz
una idea del mundo acertada que le permita aprender a vivir en el caos.
Estas enseñanzas se llevan a cabo en la conciencia acrecentada, que consiste en tener
el punto de encaje ligeramente desplazado y móvil, tal como produce el cánnabis. Lo
curioso de este estado es que no se recuerda cuando termina. Así, Carlos Castaneda
tiene que hacer una tarea de rescate, de recordar lo que aconteció en la conciencia
acrecentada, para escribir estos libros.
Por último está el libro,
8
-
El lado activo del infinito.
que es una reconsideración de todo el viaje, una recapitula
ción muy interesante y que
aporta mucho nuevo.
A destacar las relaciones de Carlos con el mundo cotidiano, el
darse cuenta del desatino reinante en el Samsara.

Unknown dijo...

Hola .Sera que estos textos reaparecieron nuevamente en mi vida por algun motivo ? .Sera una llamada de atención a mi manera d desperdiciar el tiempo ?

pipejazzman dijo...

Excelente aporte. Gracias.