lunes, junio 11, 2007

"Cartas del yagé", de William Burroughs y Allen Ginsberg




Querido Allen:


Estoy en Lima, que es lo bastante parecida a México como para ponerme nostálgico. Para mí México es mi casa y no puedo ir allí. Recibí carta de mi abogado: he sido sentenciado en ausencia. Me siento como un romano exiliado de Roma. Proyecto visitar la selva peruana en busca de más material sobre el yagé. Pasaré unas semanas conociendo Lima.


Recorrí Ecuador lo más rápidamente posible. Qué lugar horrible es. Un complejo de inferioridad nacional de país pequeño en su estado más avanzado. Miscelánea ecuatoriana: Esmeraldas caliente y húmeda como un baño turco y buitres devorando un cerdo muerto en plena calle principal y por donde uno mire hay un negro rascándose las pelotas. El turco inevitable que compra y vende de todo. Trató de estafarme en cada compra y pasé una hora discutiendo con ese sinvergüenza. El agente naviero griego con su camisa de seda sucia y descalzo y su sucio navío que salió de Esmeraldas con siete horas de retraso. A bordo hablé con un hombre que conoce la selva ecuatoriana como su pija. Parece que los comerciantes de la selva atacan periódicamente a los aucas (una tribu de indios hostiles; la Shell ha perdido unos veinte empleados a mano de los aucas en dos años) y se llevan las mujeres, a las que conservan encerradas para sus necesidades sexuales. Algo interesante. Tal vez pueda yo capturar a un chico auca. Tengo las instrucciones precisas de cómo efectuar un ataque a los aucas. Es muy simple. Se cubren las dos salidas de la casa auca y se mata a tiros a todos los que no se desea cojer.


Al llegar a Manta un hombre miserablemente vestido con un jersey empezó a abrirme las valijas. Pensé que era un ladrón desvergonzado y le di un zamarrón. Resultó ser el inspector de la aduana. El barco se quedó varado con una hélice rota en Las Playas, a mitad de camino entre Manta y Guayaquil. Llegué a tierra en una balsa de madera. Fui arrestado en la playa como sospechoso de haber llegado flotando desde el Perú llevado por la corriente de Humboldt con un muchachito y un cepillo de dientes (viajo con poco equipaje, sólo lo esencial); nos llevaron ante un viejo inmundo, la cara marchita de canceroso. El chico que estaba conmigo no tenía ni un solo documento. Los policías no hacían sino repetir lastimeramente: "¿Pero no tiene algún documento?". Conseguí que nos largaran después de media hora de emplear el método de; "Tenemos-dos-ti-pos-de-publicidad-una-favorable-y-otra-desfavorable-cuál-quiere-usted?" En la tarjeta de turista figuro como escritor.


Guayaquil. Todas las mañanas se oye el clamor de los chicos que venden Luckies por la calle: "A ver Luckies". ¿Seguirán gritando "A ver Luckies" de aquí a cien años? Miedo de pesadilla del estancamiento. Horror de quedarme finalmente clavado en este lugar Ese miedo me ha perseguido por toda América del Sur. Una sensación horrible y enfermiza de desolación final.


"La Asia", un restaurante chino de Guayaquil, parecía un burdel de 1890 con fumadero de opio. En el piso los agujeros hechos por las termitas, lámparas rosadas, sucias, con borlas. Ecuador está realmente barranca abajo. Que Perú se apodere de él y lo civilice, para que la gente pueda disfrutar de comodidades. Hasta ahora no he conseguido un muchacho en Ecuador y no se consigue opio en ninguna parte.


Tuyo


W. Lee


P. S. Encontré un pocho —el pocho es un tipo de México que detesta a México y los mexicanos. Este conductor de taxi me contó que era peruano pero que no soportaba a los peruanos. En el Ecuador y Colombia nunca nadie va a admitir que algo no anda bien en su roñoso país. Como los ciudadanos de los pueblos de Estados Unidos. Recuerdo un oficial del ejército de Puerto Leguisomo que me dijo: "El noventa por ciento de la gente que viene a Colombia nunca más se va". Quería decir, presumiblemente, que quedaban abrumados por los encantos del lugar. Yo pertenezco al diez por ciento que nunca más vuelve.

Tuyo
Bill



José Leal 930, Lima, 5 de mayo, 1953






5 comentarios:

Anónimo dijo...

Sencillamente notable.
Qué sería de Ecuador si lo colonizará Tacna. ¡Los dioses nos salven! O Arica!!!!!!!!!!!!!
Peor.

Unknown dijo...

el mas grande escritor de todos los tiempos,un honesto,un revolucionario solitario,que nos quizo mostrar un mundo distinto al que nos venden hoy por hoy, o de aca a 100 años,como el mismo dice.

Anónimo dijo...

very well

La verdad dijo...

En lo que escribistes solo demuestras lo miserable que eres, esta pagina es una porqueria, como denigras de las personas y de la cultura de un país, solo demuestras lo ignorante que eres.

Alonso La Hoz dijo...

genial este libro eh lo leere