martes, enero 30, 2007

“Borges en la trampa”, de Marino Baeza



Intelectuales de nota, escritores que muy a menudo nos deleitan con los frutos de su imaginación o con las galas de su estilo, suelen provocarnos también dolores de estómago cuando exhiben un desaprovechamiento tan cabal de las dotes de que gozan, cuando se muestran como seres fuera del tiempo en que viven.

Con motivo del Año Nuevo, el diario “Clarín” de Buenos Aires, hizo una encuesta entre escritores argentinos muy conocidos y distinguidos, acerca de lo que será 1971, este nuevo período que hemos empezado a vivir. Dos autores, Juan José Manauta y Marta Lynch, abordaron la realidad cultural y política con valor, la realidad argentina y la realidad mundial. “En lo nacional (dijo Manauta) espero que el pueblo argentino se una para derrotar la dictadura”. Marta Lynch, por su parte, pronostica que “el proceso de liberación de los pueblos de Latinoamérica no lo para nadie, gracias a Dios. Ni la OEA, ni la SIP, ni la SAP, ni el Pentágono, ni la policía”.

Jorge Luis Borges pone la nota languidecente y reaccionaria cuando cae en esa trampa tan corriente que consiste en dividir el mundo en Oriente y Occidente y se muestra, ¡cómo no!, partidario de Occidente. “En el orden internacional (declara a “Clarín”), creo que hay un estado de guerra entre Occidente y el comunismo. Estoy resueltamente a favor de la cultura occidental”.

Es verdad que hay una guerra de agresión de los Estados Unidos a Vietnam, pero pensar que ella cae dentro del fácil esquema Oriente y Occidente parece notoriamente ingenuo. También hay otra guerra de agresión en el Oriente Medio, en la que Israel se ha apoderado de territorios de los países árabes. Tampoco es una guerra de Oriente y Occidente. Cuando Borges declara su adhesión a la cultura occidental ¿quiere decir que, como su colega norteamericano John Steinbeck, es partidario de aplastar a los vietnamitas, o en el caso de Oriente Medio, de masacrar, como se hace efectivamente, a la tierra Palestina y demás países árabes? ¿No repara el autor argentino que, en este caso, la llamada cultura occidental se traduce en crueles bombardeos, en ataques bacteriológicos, en destrucción de ciudades y pueblos con preferencia de escuelas y hospitales, en el empleo del napalm, en masacres de aldeas, cuyos habitantes fueron indiscriminadamente pasados a cuchillo como My Lay? ¿Podría creerse que un poeta de la sensibilidad de Jorge Luis Borges apoya todo eso?

Otros poetas, como el mexicano Enrique González Martínez, vieron la falsedad del esquema de una contradicción insalvable entre Oriente y Occidente, y la expresaron en versos inolvidables:


¿Por qué dices Oriente y Occidente,
por qué bifurcas la esperanza humana
si corre el mar desde la misma fuente?



en “Las Noticias de la Última Hora”, 7 de enero, 1971









Nota Descontexto: A pesar de los 36 años de la nota, asusta (e indigna) su presente actualidad.









1 comentario:

anais dijo...

Quiero creer que, cuando Borges "escuchó - leyó" este texto, debe haberse sentido conforme.
A Borges le encantaba armar escándalos. Sí. Sabía que lo que él dijera, iba a ser analizado, re-analizado y vuelto a analizar, casi que destriparían sus palabras, tanto para aceptarlas como religión como para destruirlas. Y, como el autor dice, cayó en la trampa. Borges dijo lo que sabía que esperaban oir. ¿Qué hubiera pasado si hubiera dicho que adhería al comunismo? Hubiera sido el mismo revuelo, pero desde el otro lado. Ahora, ¡que imaginativo el autor! Asociar "comunismo" con "oriente"...
Y, en lo que respecta a la nota "descontextuada", sí, es verdad, ver que luego de tantos años la cosa sigue igual, o peor, no da muy buena señal...
En fin, que Momo nos proteja...