viernes, septiembre 22, 2006

«Odín», de Jorge Luis Borges y Delia Ingenieros







Se refiere que a la corte de Olaf Tryggvason, que se había convertido a la nueva fe, llegó una noche un hombre viejo, envuelto en una capa oscura y con el ala del sombrero sobre los ojos. El rey le preguntó si sabía hacer algo; el forastero contestó que sabía tocar el arpa y contar cuentos. Tocó en el arpa aires antiguos, habló de Gudrun y de Gunnar y, finalmente, refirió el nacimiento de Odín. Dijo que tres parcas vinieron, que las dos primeras le prometieron grandes felicidades y que la tercera dijo, colérica: «El niño no vivirá más que la vela que está ardiendo a su lado». Entonces los padres apagaron la vela para que Odín no muriera. Olaf Tryggvason descreyó de la historia; el forastero repitió que era cierta, sacó la vela y la encendió. Mientras la miraban arder, el hombre dijo que era tarde y que tenía que irse. Cuando la vela se hubo consumido, lo buscaron. A unos pasos de la casa del rey, Odín había muerto.






de Antiguas Literaturas Germánicas, 1951.







2 comentarios:

Isabel Llanten dijo...

Hola Sr. Villavicencio!

No se mucho de la obra de Borges ni mitologia germanica, pero si de paises cercanos como Finlandia. Borges tambien sabía, como que uno de sus personajes se apellidaba Lönnrot (el compilador de LA epopeya finlandesa).

Saludos!

Luis I. Rodríguez B. dijo...

Somos forasteros de las letras y amantes de la sabiduría.