lunes, septiembre 11, 2006

Últimas palabras de Salvador Allende Gossens, Presidente de Chile

11 de septiembre de 1973


(1908-1973)



Seguramente, ésta será la última oportunidad en que pueda dirigirme a ustedes. La Fuerza Aérea ha bombardeado las torres de Radio Portales y Radio Corporación. Mis palabras no tienen amargura sino decepción y serán ellas el castigo moral para quienes han traicionado su juramento: soldados de Chile, comandantes en jefe titulares, el almirante Merino que se ha autodesignado [comandante de la Armada], más el señor Mendoza, general rastrero que sólo ayer manifestara su fidelidad y lealtad al Gobierno, también se ha autodenominado Director General de Carabineros. Ante estos hechos sólo me cabe decir a los trabajadores: yo no voy a renunciar.

Colocado en un tránsito histórico, pagaré con mi vida la lealtad del pueblo. Y les digo que tengo la certeza que la semilla que entregáramos a la conciencia digna de miles y miles de chilenos, no podrá ser segada definitivamente. Tienen la fuerza, podrán avasallarnos, pero no se detienen los procesos sociales ni con el crimen ni con la fuerza. La historia es nuestra y la hacen los pueblos.

Trabajadores de mi Patria: quiero agradecerles la lealtad que siempre tuvieron, la confianza que depositaron en un hombre que sólo fue intérprete de grandes anhelos de justicia, que empeñó su palabra en que respetaría la Constitución y la Ley y así lo hizo. En este momento, definitivo, el último en que yo pueda dirigirme a ustedes, quiero que aprovechen la lección: el capital foráneo, el imperialismo, unidos a la reacción creo el clima para que las Fuerzas Armadas rompieran su tradición, la que les enseñara [el general] Schneider y reafirmara el comandante Araya, víctimas del mismo sector social que hoy estará en sus casas, esperando con mano ajena reconquistar el poder para verse seguir defendiendo sus granjerías y sus privilegios. Me dirijo sobre todo a la modesta mujer de nuestra tierra, a la campesina que creyó en nosotros, a la obrera que trabajó más, a la madre que supo de nuestra preocupación por los niños. Me dirijo a los profesionales de la Patria, a los profesionales patriotas, a los que hace días siguieron trabajando contra la sedición auspiciada por los colegios profesionales, colegios de clase para defender también las ventajas que una sociedad capitalista le da a unos pocos. Me dirijo a la juventud, a aquellos que cantaron, entregaron su alegría y su espíritu de lucha. Me dirijo al hombre de Chile, al obrero, al campesino, al intelectual, a aquéllos que serán perseguidos, porque en nuestro país el fascismo ya estuvo hace muchas horas presente, en los atentados terroristas, volando los puentes, cortando la línea férrea, destruyendo los oleoductos y los gasoductos, frente al silencio de quienes tenían la obligación de proceder.

Estaban comprometidos. La historia los juzgará. Seguramente Radio Magallanes será acallada y el metal tranquilo de mi voz no llegará a ustedes. No importa. La seguirán oyendo. Siempre estaré junto a ustedes. Por lo menos mi recuerdo será de un hombre digno que fue leal a la lealtad de los trabajadores. El pueblo debe defenderse, pero no sacrificarse. El pueblo no debe dejarse arrasar ni acribillar, pero tampoco puede humillarse. Trabajadores de mi Patria, tengo fe en Chile y su destino. Superarán otros hombres este momento gris y amargo donde traición pretende imponerse. Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, de nuevo, abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor.

¡Viva Chile! ¡Viva el pueblo! ¡Vivan los trabajadores!

Éstas son mis últimas palabras y tengo la certeza de que mi sacrificio no será en vano; tengo la certeza de que, por lo menos, será una lección moral que castigará la felonía, la cobardía y la traición.




















7 comentarios:

Sole Vargas dijo...

Siempre que escucho o leo estas palabras se me ponen los pelos de punta y la piel de gallina, de sólo pensar cómo se deben haber vivido esos últimos momentos de existencia... Teniendo la certeza que eran los últimos, lo encuentro muy fuerte...
Se agradece la memoria histórica cuando muchos prefieren olvidar...
Gracias por su visita,
Desde Huamaxuco s/n

Abril Lech dijo...

Gracias por pasar por mi casa, leeré la publicación con tiempo.
Ojalá como pueblos aprendamos que mientras nos devoremos entre nosotros somos carne fácil para los que intentan vivir de nosotros, gracias a nosotros y mamando de nosotros.
Besos
Abril

Unknown dijo...

me encanta tu blog.

Ana dijo...

Definitivamente un espacio de mi agrado. Un saludo desde la isla.

Anónimo dijo...

ERBRUZU-PERU.-SALVADOR ALLENDE UNO COMO POCOS, SEMBRO EN CHILE LA DIGNIDAD Y LA VERDAD A SU PUEBLO QUE HOY GOZA..EJEMPLO A IMITAR POR DIGNATARIOS LATINOAMERICANOS....?

PàjaroEnPecera dijo...

Dignidad y verdad queda poco en chile querido sucesor de katari. Solo las lucha nos hara libres , y en ella hay muy pocos

akxi dijo...

con este y otros audios se han realizado reportajes y documentales radiofónicos impresionantes... históricos más que todo, pero muy bien documentados, y siempre que un chileno está involucrado en un proyecto, pues tiene más validez para el resto que nacimos luego de la época y en otro país latinoamericano...

Ese discurso pone todo en silencio para no desviar la atención... es fuerte.