“Los ocho principios de la descivilización”, de Paul Kingsnorth y Dougald Hine (Proyecto Dark Mountain)

Debemos deshumanizar un poco nuestras opiniones

Y tener confianza,
Como la roca y el océano de los que fuimos hechos.

1. Vivimos en una época de derrumbe social, económico y ecológico. A nuestro alrededor hay evidentes signos de que la forma de vida que hemos estado llevando hasta ahora está pasando a la historia. Nosotros enfrentaremos esta realidad honestamente y aprenderemos a vivir con ella.

2. Rechazamos la creencia que sostiene que las crisis convergentes de nuestro tiempo pueden reducirse a un conjunto de "problemas" que requieren "soluciones", sean tecnológicas o políticas.

3. Creemos que el origen de estas crisis se encuentran en las historias que nos hemos estado contando. Nuestra intención es desafiar estas historias que sustentan nuestra civilización actual: el mito del progreso, el mito de la centralidad humana y el mito de nuestra separación de la "naturaleza". Estos mitos son peligrosos debido a que hemos olvidado que son mitos.

4. Revalidamos el papel de la narración de cuentos como algo más que un mero entretenimiento. Es a través de estos relatos que tejemos la realidad.

5. Los humanos no son ni el objetivo y el propósito del planeta. Nuestro arte comenzará con el intento de romper y salir de la burbuja humana. Con la debida atención, nos volveremos a involucrar con el mundo no humano.

6. Celebramos los ejercicios de escritura y arte basados ​​en un sentido de lugar y de tiempo. Nuestra literatura ha estado subyugada durante demasiado tiempo por quienes habitan las ciudadelas cosmopolitas.

7. No perderemos el tiempo elaborando teorías o ideologías. Nuestras palabras son y serán elementales. Escribimos con tierra bajo de las uñas.

8. El fin del mundo no significa el fin de todo el mundo. Juntos hallaremos la esperanza más allá de la esperanza, y recorreremos los caminos que conducen al mundo desconocido que tenemos por delante.

en https://dark-mountain.net/

Recuperado el 15 de marzo de 2020

Traducción de Carlos Almonte