Me veo con la llaga del insomnio
abierta por tu ausencia que teme despertarse.
Tengo que inventar tu cuerpo y tus palabras,
inútilmente llamo el silencio de tus ojos:
las islas donde habitan las gaviotas del sueño.
De nuevo soy el huérfano de los puentes sin término
esperando la limosna de un día de tu sol,
rodeado por la lluvia y los rieles de la ausencia.
Otro día ha pasado, reflejo de sí mismo,
mientras tu lejanía torna en carbón el corazón del bosque,
o es el torrente que deshace tu imagen que no alcanzo.
2 de noviembre, 1968
Recogido por Verónica Cortínez
Fotografía original de Julia Toro
1 comentario:
Bellísimo, Teillier sigue siendo mi favorito
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