Versión de Carlos Manzano de la traducción de Kenneth Rexroth
El viento otoñal arrastra nubes blancas
por el cielo. La hierba se vuelve
marrón. Caen las hojas. Gansos salvajes
vuelven hacia el Sur. Las últimas
flores, orquídeas y crisantemos, relucen
y exhalan su amargo perfume.
Sueño con aquel hermoso rostro que nunca
podré olvidar. Voy a dar un paseo por
el río. La barcaza surca la corriente
y corta las olas coronadas con
crestas de plata. Suenan flautas y tambores
y cantan los remeros. Me siento
feliz un instante y después me embarga
la antigua pena. Fui joven poco
tiempo y ahora ya estoy envejeciendo.
Ya ha amainado la suave brisa.
El polvo perfumado se
ha posado. Es el final de la época
de las flores. Cae la tarde
y la pereza no ha dejado peinarme
en todo el día. Ahí están
los artículos de tocador, pero mi
esposo se ha ido para no
volver. Cualquier esfuerzo sería
en vano, cuando intento
cantar, las lágrimas me ahogan.
He soñado que mi barca
de flores me llevaba hasta él, pero sé
que un navío tan frágil no
podrá cargar con tal peso de pena.
en Cien poemas chinos, 1966
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