[165]
Me veo en mis tres cárceles
y no preguntes por la funesta
elección:
he perdido la vista.
Permanezco recluido en casa
y en el vil cuerpo está recluida el
alma.
[166]
Los observadores dicen:
practica el ascetismo,
pero se equivocan en sus conjeturas.
Tuve que domar mis arduas
esperanzas,
que caballos eran en soleados
pastos.
No renuncié a los placeres,
sino que los mejores placeres
pasaron de largo junto a mí.
No hallo bien alguno en frecuentar a
la gente,
y ¿quién me traerá a los esquivos si
recluido ando?
en Poesía árabe clásica, 1997
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