jueves, noviembre 12, 2015
"El roble de Harald", de Ivar Andreas Aasen
El largo de roble de Harald
yace aquí, al borde del acantilado,
asentado en la tierra.
Ciertamente, la razón
rara vez olvida la tumba,
mientras el roble permanece
firme, incólume frente a las
grandes palabras y las
memorias visibles, frente
al tiempo que vela, previene
y repara cada una de sus hojas.
Háblame de las calles
y de la noche
submarina, que mece
allá abajo su cielo.
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