miércoles, junio 12, 2013

“El picaflor”, de Juvencio Valle










El picaflor es una flor aérea, un temblor del aire, una reunión de vírgenes colores. Increíblemente diminuto, se alimenta de néctares silvestres y no quiere más para vivir feliz en su oficio de bebedor de ambrosías.  No tiene flores preferidas, porque todas lo enamoran, y él es voluble, inconstante, olvidadizo. Pero se le ve con preferencia entre las campánulas, entre las fucsias violentas y en general entre aquellas flores que ofrecen a su largo pico succionador algo así como una forma de túnel perfumado. La madreselva toda florecida tiembla de rubor cuando siente pasar por su lado a este donairoso Don Juan de los jardines. Pero el picaflor no tiene tiempo para tanto propósito nupcial. Los campos de Boroa, de Imperial y de Lautaro parecen verdaderos océanos floreales, y la avecilla vaporosa, ni aun en compañía de las abejas y de las mariposas, pudiera dar contento a tanta solicitud de amor.




en Pajarería chilena, 1995














No hay comentarios.: