Los sollozos más hondos
del violín del otoño
son igual
que una herida en el alma
de congojas extrañas sin final.
Tembloroso recuerdo
esta huida del tiempo
que se fue.
Evocando el pasado
y los días lejanos
lloraré.
Este viento se lleva
el ayer de tiniebla
que pasó,
una mala borrasca
que levanta hojarasca,
como yo.
en Poesía maldita, 1993
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