Hacia el final de un discurso sumamente importante
el gran hombre de Estado al tropezar
con una hermosa frase vacía
cae dentro
y desamparado abriendo mucho la boca
jadeando
enseña los dientes
y la caries dental de sus pacíficos razonamientos
deja al descubierto el nervio de la guerra
el delicado asunto del dinero.
en Paroles, 1949
No hay comentarios.:
Publicar un comentario