La mano que firmó el papel derribó una ciudad;
Cinco dedos soberanos tasaron el aliento,
Duplicaron el mundo de muertos, dividieron un país;
Estos cinco reyes condujeron a un rey hacia la muerte.
La poderosa mano lleva a un hombro caído,
El yeso oprime sus articulaciones;
Una pluma de ganso ha puesto fin a un asesinato
Lo que acaba con la conversación.
La mano que firmó el tratado engendró fiebre,
Y creció el hambre, y vino la langosta;
Grande es la mano que sostiene el dominio sobre
El hombre por un nombre pintarrajeado.
Los cinco reyes cuentan los muertos mas no calman
La herida encostrada, ni acarician la frente;
Una mano gobierna la piedad, otra mano el cielo;
Ninguna tiene lágrimas para derramar.
Armonización de Thomas F. Anderson
en Poemas 1934-1952, 1976
en Poemas 1934-1952, 1976
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