martes, octubre 31, 2017

“Imitación de la vida”, de Cristián Gómez Olivares




 
Del pasado no vuelvo sino sólo el susurro

de una canción errante.

Enrique Molina


Esperar a las muchachas con el retorno de un abrazo. Como
las esperábamos a la salida del colegio, cuando pasaban tomadas
de la mano de una de esas promesas que no se cumplen,
dichas en voz baja y al oído.
Vamos a esperar a las muchachas –y hacer
de la espera tu vida. Míralas pasar de largo. Envejeciendo.
Arrogantes y festivas, custodiando una belleza que sólo a medias
les pertenece. Coludidas en el arte de cobrar las cuentas impagas
que el egoísmo del arte les adeuda. Aunque todo haya cambiado,
salvo las nubes. Las jóvenes disfrutan de ser jóvenes y de las
torvas miradas que las desnudan con la lentitud que esos cuerpos
se merecen, bañados por la oscuridad de una pieza donde
siguiendo los consejos de una madre,
se dedican a hacer el amor con sus amigos, y el escenario
entonces se reduce a cumplir esa promesa que no hiciste como
una imitación de estilo y de tu vida.



en Inessa Armand, 2003

Libros La Calabaza del Diablo










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